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El caso Esmorga: condenados por un asesinato con alevosía

La madre de la víctima tras el veredicto: "Mi hijo, que era un niño muy bueno, por fin descansa en paz"

Pasadas las seis y media de la tarde, Constanta Paula Boghiu tenía frío pese a los 25 grados que caldeaban el holl de la segunda planta de la Audiencia de Ourense. Segundos antes de entrar a la sala de vistas para conocer el veredicto del jurado, se enfundaba una chaqueta de invierno en plena primavera. "Tengo escalofríos", reconocía. Apenas había pegado ojo la noche anterior y tenía el cuerpo revuelto. La espera se le hizo eterna: cuatro años esperando a que la justicia se pronunciase sobre la muerte violenta de su hijo de 22 años, Alexandru Walter Boghiu, en el canal del río Viñao el 20 de diciembre de 2014.

El portavoz del tribunal popular pronto la tranquilizó. Los jurados, por mayoría -siete de los nueve votos posibles- habían declarado culpables de asesinato con alevosía a los acusados, Óscar Estévez López y Eduardo López Fernández, estimando la atenuante simple de intoxicación etílica. Todo ello a través de un objeto de veredicto con 28 cuestiones en que se perfilaban distintas opciones, incluido el accidente tras una pelea con Óscar y la total inocencia de Eduardo.


Entre los 15 y 18 años de cárcel


La decisión tomada por el jurado este martes determina que la sentencia, que debe redactar la magistrada que preside el tribunal, Ángeles Lamas, se moverá en una horquilla entre los 17 años de prisión que reclamó la fiscal Rosa Tallón y el abogado de la  acusación particular, César Lorenzo, y los 15 (la mínima pena) que plantearon las defensas, aunque alguno de los letrados ya anunció que recurriría. La togada será, además, la encargada de fijar las correspondientes indemnizaciones a la familia del perjudicado. La fiscal interesó 120 mil euros y la acusación particular  106.000 para la madre y 20 mil para el hermano.

El jurado entendió, tras dos semanas de juicio, que ambos acusados acudieron al canal, un paraje apartado con apenas circulación  a primera hora de la mañana, con el fin de anular cualquier posibilidad de defensa "con la clara intención de tirarlo al río y causar así su muerte". Eso sí, fue Óscar quien, tras golpear a la víctima, la lanzó al agua desde una altura de más de cuatro metros "con la anuencia de Eduardo". Esto último coloca al primero como autor material y al segundo como cómplice.

La madre de la víctima junto a su otro hijo y su nuera aseguraba sentirse muy emocionada, aunque algo más tranquila tras conocer el veredicto. "Mi hijo, que era un niño muy bueno, por fin descansa en paz, (...) pero no merecía esto".  La tensión se acrecentó cuando llamó "sinvengüenzas" a los inculpados, que están en libertad, al salir de la sala, y la pareja de uno de los acusados la increpó.

Constanta Paula Boghiu asegura que siempre tuvo claro que ambos inculpados planearon acabar con al vida de su hijo, al que conocieron esa misma noche, cuando quedaron los tres solos en la casa de Eduardo en Cameixa (Boborás) tras horas de fiesta por los bares de Carballiño.

Previamente, según concretó el jurado, Alexandru, que había ingerido mucho alcohol y éxtasis, había proferido expresiones vejatorias y humillantes hacia la mujer e hija de Óscar. Ambos forcejearon y el acusado le golpeó la cabeza contra el suelo y le propinó puñetazos. El jaleo despertó a la entonces mujer de Eduardo, quien bajó a la cocina para poner fin a la situación y limpiar las heridas del joven rumano, una tarea en la que intervino Eduardo. Posteriormente, otro amigo que se encontraba allí, Brais, eliminó la sangre  con una manguera. Cuando todos, excepto los inculpados y la víctima, ya maltrecha,  quedaron a solas, surgió el plan de acabar con su vida.

El jurado no es favorable a la suspensión de la pena pero sí apoyó la petición de indulto. Una manera de decir que la última palabra la tengan otros. 

 


Una comparecencia este miércoles para decidir si ingresan en prisión provisional


Ante la decisión del tribunal popular de considerarlos autores de un delito de asesinato a Óscar  Estévez y Eduardo López, la fiscal interesó este martes que ambos ingresen en prisión provisional, una petición a la que se adhirió la acusación particular. El primero estuvo en la cárcel entre el 22 de diciembre de 2014 y el 3 de junio de 2016. Por su parte, su compañero de banquillo  salió algo antes, el 14 de marzo. 

La magistrada citó a todas las partes, incluidos los procesados, a una comparecencia que se celebrará esta mañana, a las once, en la que escuchará los argumentos a favor y en contra. La gravedad de la pena y el riesgo de fuga es el principal argumentos de las acusaciones, aunque la última palabra la tiene la presidenta que preside el tribunal.

Aunque ambos estaban investigados en un sumario por asesinato, la Audiencia provincia decidió excarcelarlos cuando se le hizo llegar el informe del forense en el que se habalaba de muerte homicida pero también planteaba la opción de que fuera accidental. Ya en el juicio, el  facultativo explicó que entenía que el contexto del caso era claramente "homicida". 

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