Las elecciones de la Plaza de Abastos siembran la discordia entre comerciantes, que difieren también sobre la reforma

Las elecciones a la directiva de la Plaza de Abastos, desarrolladas a principios de septiembre, han reavivado las discrepancias entre los comerciantes. Mientras unos sostienen que votó gente que no cumplía las condiciones de asociados, el actual presidente, Emilio González, apunta que el censo fue elaborado por el anterior equipo directivo.
Las elecciones para renovar la directiva de la Plaza de Abastos han levantado la discordia entre los comerciantes. En la asamblea, que se desarrolló hace tres semanas, resultó elegido Emilio González como presidente, aunque por un escaso margen con respecto a la otra candidatura, encabezada por Cristina Ramiro.

Tras este proceso, uno de los comerciantes, Miguel Gómez, ha transmitido su intención de presentar una impugnación por vía judicial para pedir la anulación de las elecciones, alegando irregularidades en el censo y asegurando que emitieron su voto personas que ya han perdido la condición de socio, atendiendo a lo que dicen los estatutos. El nuevo presidente, no obstante, replica que el listado de asociados fue elaborado por la directiva saliente y que en ella estaba Gómez, según explica. Pero también existen discrepancias en otras cuestiones, como la reforma de la Plaza de Abastos. Así, Gómez expresa que los comerciantes ven con preocupación que esta remodelación se acometa en época de crisis, alegando que implicaría gastos muy grandes y la pérdida de clientes, aunque sí considera que es necesario un adecentamiento de las instalaciones o la eliminación de las barreras arquitectónicas. También reclama la apli cación del reglamento de normas de trabajo en la Plaza.

Al respecto, Emilio González considera que es fundamental la reforma del mercado, descartando que vaya a tener fuertes repercusiones sobre los negocios. Entiende, asimismo, que el reglamento interno se podría respetar si las instalaciones tuviesen las condiciones necesarias para poder desarrollar bien el trabajo, aunque algunas hay que revisarlas porque están obsoletas. No obstante, incide en que ‘lo más importante es la unión de los comerciantes, dialogar y no hacer daño a la Plaza’, para así poder atraer a la gente ‘con el buen producto que tenemos’.

Reactivación del ‘rianxo’

Además de la remodelación de las instalaciones de la Plaza de Abastos, Emilio González señaló que entre sus objetivos está la reactivación del tradicional ‘rianxo’, alegando que la nueva directiva facilitará a los pequeños productores del entorno de la ciudad que acudan a vender los productos que cultivan en sus huertas. Pretende así paliar la caída de vendedores que se ha producido en los últimos años y de la que responsabiliza al anterior equipo de gestión. Según explica González, muchas ‘rianxeiras’ dejaron de acudir ante las inspecciones laborales que se desarrollaron en la zona, pues muchas están jubiladas y tenían estos ingresos como complemento a su escasa pensión, pero temían perder su paga.



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