“Ellos tienen el mismo derecho a formarse que todos los demás”

Sandra Vázquez y Marcial Feijoo
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La historia de dos estudiantes de Ourense que han aprobado la ESO a pesar de tener una discapacidad de más del 70%

Sandra Vázquez y Marcial Feijoo finalizaron el pasado junio su formación en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en Ourense. Los suyos fueron, y son, caminos con barreras en ocasiones invisibles a ojos de la sociedad. Por ello, la Consellería de Cultura e Educación les concedió recientemente sendos premios al esfuerzo y a la superación personal, de los 20 que entrega en Galicia. “La verdad es que ha sido una alegría para todos”, asegura Noelia Rodríguez, madre de Marcial. 

Su hijo presenta una discapacidad del 78%, utiliza silla de ruedas (también camina con andador) y cuenta con menos de un 10% de visión. La falta de sensibilidad de las manos le impide estudiar a través del braille, por lo que estudia empleando audios. “Es el único alumno de España que no puede usar el braille, así que hubo que buscar otras opciones”, explica Rodríguez. 

Esta alternativa supone más esfuerzo, pero los resultados son muy buenos. “Es muy exigente, no le vale un 8, quiere el 10. Tiene una capacidad intelectual muy alta, y le encanta formarse y aprender cosas”, añade su madre, que estudia con él. De hecho, después de terminar sus estudios en el C.P.I. José García de Mende en junio, ahora continúa su formación en Bachillerato en otro centro. “Tuve que reclamar que contase con un profesor de apoyo, que en esos cursos no suele haber, pero se consiguió, porque le corresponde. No solo lo pido por mi hijo, sino por los que vengan detrás. Él tiene el mismo derecho a formarse que el resto”, apunta, y reconoce la empatía de los profesionales del José García, en la anterior etapa educativa.

Las barreras

Sandra Vázquez, la otra ourensana galardonada, cuenta con una discapacidad del 77% a causa de una lesión de médula. Su madre, Olga Estévez, reconoce que su camino en el IES Nº1 de Carballiño no ha sido nada fácil. “Non leva tido sorte cos compañeiros, nin con moitos profesores. É verdade que este equipo directivo sempre nos ten atendido moi ben para intentar solventar os problemas”, apunta. El esfuerzo de su hija ha sido, sobre todo, anímico: “Os rapaces con lesións medulares teñen normalmente moi baixa autoestima, problemas de ansiedade… Reciben moita violencia que pasa desapercibida para o resto, que non se decatan do dano que lles fan”. 

Estévez reconoce que, antes que las notas, lo más relevante es la confianza: “Que saiba que si que pode”. Ahora, su hija estudia, “moi contenta”, gestión administrativa.

Tanto Estévez como Rodríguez, la madre de Marcial, señalan la importancia de visibilizar e integrar: “Tienen los mismos derechos”.

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