La declaración del copropietario de Construcciones Sanle y uno de los socios de la empresa concesionaria de la grúa en Lugo, Manuel Santiso González, ante la jueza instructora concluyó a última hora de la tarde tras más de cinco horas de comparecencia, que comenzó pasadas las dos del mediodía.
Tras él, compareció el funcionario en excedencia del Ayuntamiento de Lugo y responsable del servicio de la ORA en ese Concello, Javier Manuel Reguera Pérez. Ambos están imputados en delitos de cohecho, tráfico de influencias, blanqueo y falsedad documental.
Fuentes judiciales explicaron que Santiso permanecerá en dependencias judiciales hasta que concluyese la comparecencia de Reguera, una pieza clave en la trama en tanto que las alarmas saltaron cuando se pinchó su teléfono en tanto que fue investigado en la operación Carioca (desmanteló una red de prostitución y corrupción policial en Lugo) y que también instruye la jueza De Lara.
En el largo interrogatorio, Manuel Santiso desmintió al expresidente de la Confederación Hidrográfica y exconcejal de Urbanismo en Lugo, Francisco Fernández Liñares, quien un día antes confesó ante la jueza que había recibido sobornos suyos -y de otros 50 empresarios- a cambio de obras municipales. El detenido no sólo negó este extremo sino también haber pagado a nadie por las concesiones de obras adjudicadas por la Diputación de Lugo, un asunto que centró buena parte del interrogatorio.
El propietario de Sanle es uno de los contratistas habituales del Concello, además de socio de Reguera en alguno de sus negocios (compartían la propiedad del solar donde está emplazado el Queens, en prostíbulo que está en el centro de la operación Carioca).
Santiso negó en todo momento haber pagado comisiones a políticos para conseguir contratos públicos aunque, según precisaron algunas fuentes, sí llegó a reconocer que pagaba a Javier Reguera. No obstante, habría indicado que éste le decía que el dinero era para su cuñado, Demetrio Arias (encagado de la ORA en Lugo), quien quedó en libertad con cargos tras finalizar su declaración en la madrugada del lunes. Arias era, supuestamente, el hombre de paja de Reguera en Cechalva (la concesionaria de la grúa en Lugo).
Dos contratos
Santiso, que al parecer no se llevaba bien con Liñares, también obtuvo dos pequeños contratos de la Condeferación Hidrográfica Miño-Sil cuando Liñares presidía el organismo de cuenca. Pese a ello, negó ante la jueza De Lara que hubiese pagado comisiones al político vinculado al PSOE.
Al cierre de esta edición, continuaba prestando declaración Javier Reguera, un trámite que, tal como ocurrió en otras jornadas, podría prolongarse hasta bien entrada la madrugada. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, una vez concluido el interrogatorio, comunicaría a ambos su situación procesal (imputaciones y medidas cautelares).
Fuentes judiciales explicaron que Santiso permanecerá en dependencias judiciales hasta que concluyese la comparecencia de Reguera, una pieza clave en la trama en tanto que las alarmas saltaron cuando se pinchó su teléfono en tanto que fue investigado en la operación Carioca (desmanteló una red de prostitución y corrupción policial en Lugo) y que también instruye la jueza De Lara.
En el largo interrogatorio, Manuel Santiso desmintió al expresidente de la Confederación Hidrográfica y exconcejal de Urbanismo en Lugo, Francisco Fernández Liñares, quien un día antes confesó ante la jueza que había recibido sobornos suyos -y de otros 50 empresarios- a cambio de obras municipales. El detenido no sólo negó este extremo sino también haber pagado a nadie por las concesiones de obras adjudicadas por la Diputación de Lugo, un asunto que centró buena parte del interrogatorio.
El propietario de Sanle es uno de los contratistas habituales del Concello, además de socio de Reguera en alguno de sus negocios (compartían la propiedad del solar donde está emplazado el Queens, en prostíbulo que está en el centro de la operación Carioca).
Santiso negó en todo momento haber pagado comisiones a políticos para conseguir contratos públicos aunque, según precisaron algunas fuentes, sí llegó a reconocer que pagaba a Javier Reguera. No obstante, habría indicado que éste le decía que el dinero era para su cuñado, Demetrio Arias (encagado de la ORA en Lugo), quien quedó en libertad con cargos tras finalizar su declaración en la madrugada del lunes. Arias era, supuestamente, el hombre de paja de Reguera en Cechalva (la concesionaria de la grúa en Lugo).
Dos contratos
Santiso, que al parecer no se llevaba bien con Liñares, también obtuvo dos pequeños contratos de la Condeferación Hidrográfica Miño-Sil cuando Liñares presidía el organismo de cuenca. Pese a ello, negó ante la jueza De Lara que hubiese pagado comisiones al político vinculado al PSOE.
Al cierre de esta edición, continuaba prestando declaración Javier Reguera, un trámite que, tal como ocurrió en otras jornadas, podría prolongarse hasta bien entrada la madrugada. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, una vez concluido el interrogatorio, comunicaría a ambos su situación procesal (imputaciones y medidas cautelares).
