Las empresas de Lugo aventajaron a las de Ourense en creación de riqueza en el año 2008 por primera vez, según reflejan los datos de valor añadido bruto recogidos en la última edición del Directorio Ardán, que publica la Zona Franca de Vigo. Una conclusión sacada del análisis de una muestra de empresas determinadas que, de todos modos, permiten pulsar la evolución de la riqueza en la provincia, aunque no se incluyan todos los sectores.
El informe analiza, pues, una muestra de empresas de las que dispone de datos en tres años consecutivos (2006-2008) y que facturaron al menos 6.000 euros en el ejercicio de estudio, 2008. Cumplían esos requisitos 17.936 firmas en Galicia: 6.993 en A Coruña, 2.070 en Lugo, 1.742 en Ourense y 7.131 en Pontevedra. El análisis de estas empresas agrupadas por provincias muestra un descenso en las cuatro en el volumen de ingresos, ya que 2008 fue el primer año de la crisis.
Pero la situación es distinta en creación de valor añadido bruto, un indicador más fiable de las ganancias, ya que mide la diferencia entre lo que cuesta producir un bien u ofrecer un servicio y lo que se ingresa por ello.
Las empresas de A Coruña y Lugo afrontaron mejor la situación e incluso consiguieron generar más valor añadido: la primera pasó de 7.879 millones a 7.927, mientras la segunda creció de 1.082 a 1.089 millones. Pero Ourense y Pontevedra sufrieron fuertes caídas, bajando de 1.145 a 876 millones en el caso ourensano y de 5.921 a 5.226 millones en el pontevedrés.
Es una tendencia que los economistas relacionan con el mayor peso en las provincias del norte de sectores menos golpeados por la crisis, y su mayor peso en las del sur (automoción y sus auxiliares, construcción o pizarra).
Esta caída supone que la muestra de empresas ourensanas, que hasta el año 2007 ocupaban el tercer lugar en creación de riqueza, bajaron un año después al último lugar de Galicia.
VALORACIÓN
El profesor de la Facultad de Empresariales Patricio Sánchez incide en que, si bien el Ardán es una gran fuente estadística, no permite calcular el valor añadido provincial, ya que para ello hay que analizar el conjunto de la economía (no sólo empresas).
No obstante, no hay otro estudio que dé esos datos y considera necesarias herramientas que analicen variables macroeconómicas como el valor añadido con desagregación provincial.
Sobre la situación económica de Ourense, Sánchez apunta al problema demográfico como el más grave, si bien considera que afronta la crisis a Ourense en una posición 'intermedia' (no está entre las provincias que mejor la llevan ni entre las peores), pero recomienda aprovechar estos momentos para generar oportunidades. 'El tejido empresarial ourensano debe abrirse a la exportación. Cerrarse a mercados interiores es un error', apunta, animando a las pymes a cooperar para dar el salto al extranjero. También considera imprescindible innovar.
A su juicio, Ourense tiene un importante potencial en los sectores agroalimentario, textil o en la economía de la pizarra, y propone hacer una apuesta de futuro por la tecnología, aprovechando el Parque Tecnológico y la presencia de IBM (en el proyecto de Caixanova), así como la formación de profesionales en la Facultad de Informática o en el recientemente creado Grado de Consultoría y Gestión de la Información.
Pero la situación es distinta en creación de valor añadido bruto, un indicador más fiable de las ganancias, ya que mide la diferencia entre lo que cuesta producir un bien u ofrecer un servicio y lo que se ingresa por ello.
Las empresas de A Coruña y Lugo afrontaron mejor la situación e incluso consiguieron generar más valor añadido: la primera pasó de 7.879 millones a 7.927, mientras la segunda creció de 1.082 a 1.089 millones. Pero Ourense y Pontevedra sufrieron fuertes caídas, bajando de 1.145 a 876 millones en el caso ourensano y de 5.921 a 5.226 millones en el pontevedrés.
Es una tendencia que los economistas relacionan con el mayor peso en las provincias del norte de sectores menos golpeados por la crisis, y su mayor peso en las del sur (automoción y sus auxiliares, construcción o pizarra).
Esta caída supone que la muestra de empresas ourensanas, que hasta el año 2007 ocupaban el tercer lugar en creación de riqueza, bajaron un año después al último lugar de Galicia.
VALORACIÓN
El profesor de la Facultad de Empresariales Patricio Sánchez incide en que, si bien el Ardán es una gran fuente estadística, no permite calcular el valor añadido provincial, ya que para ello hay que analizar el conjunto de la economía (no sólo empresas).
No obstante, no hay otro estudio que dé esos datos y considera necesarias herramientas que analicen variables macroeconómicas como el valor añadido con desagregación provincial.
Sobre la situación económica de Ourense, Sánchez apunta al problema demográfico como el más grave, si bien considera que afronta la crisis a Ourense en una posición 'intermedia' (no está entre las provincias que mejor la llevan ni entre las peores), pero recomienda aprovechar estos momentos para generar oportunidades. 'El tejido empresarial ourensano debe abrirse a la exportación. Cerrarse a mercados interiores es un error', apunta, animando a las pymes a cooperar para dar el salto al extranjero. También considera imprescindible innovar.
A su juicio, Ourense tiene un importante potencial en los sectores agroalimentario, textil o en la economía de la pizarra, y propone hacer una apuesta de futuro por la tecnología, aprovechando el Parque Tecnológico y la presencia de IBM (en el proyecto de Caixanova), así como la formación de profesionales en la Facultad de Informática o en el recientemente creado Grado de Consultoría y Gestión de la Información.
