El director de cine vasco recibió de manos del alcalde, Jesús Vázquez, el premio Cidade de Ourense por su trayectoria
El director de cine vasco Enrique Urbizu recogió ayer, en el Teatro Principal, el premio más personal que entrega el Festival de Cine: el Cidade de Ourense, en reconocimiento a su larga y premiada trayectoria profesional. El responsable de títulos como "La caja 507", la galardonada "No habrá paz para los malvados", o "La vida mancha", "la película más bonita para mí, mi preferida", según aseguró y que fue proyectada ayer en el homenaje, subrayó que "es un honor para mí estar aquí y un placer conocer Ourense".
Urbizu tuvo unas palabras especiales para el Festival en el encuentro que mantuvo con la prensa por la mañana, afirmando que "la red de festivales más o menos humildes creo que son fundamentales para la creación de un tejido de espectadores, por una parte; y para ofrecer la posibilidad de ver películas que normalmente no se pueden ver en los circuitos comerciales, por otra".
Añadió que "este festival ya se puede considerar como un evento de sólida trayectoria, porque 20 años ya son muchos y es una labor importante que va calando poco a poco como la lluvia fina".
El director bilbaíno afirmó que el gran número de Goyas acumulado por su "No habrá paz para los malvados" no ha sido, en ningún caso, "un pase libre para el siguiente proyecto". "Este es un país paradójico. Si empiezas con proyectos particulares, más arriesgados, te cuesta más. Es cierto que el Goya te da un apellido más reconocido, pero no te abre más puertas. En este oficio siempre es como si estuvieras haciendo la primera película, y nunca sabes si será la última".
Urbizu aseguró que "es algo muy difícil hacer cine español. Hay que tener paciencia, fe y ser un corredor de fondo". Respecto a si ofrecía estas indicaciones a los nuevos directores, el galardonado dejó claro que "no doy consejos, doy clases en la Universidad. Y lo que digo es que hay que generar ideas, abrir puertas. Es un trabajo muy duro, que genera frustración porque son muchos años de espera. Hay que trabajar". Aunque los últimos títulos del director han estado marcados por la acción y la intriga, "no es algo que me plantee. El año pasado intenté rodar una historia casi picaresca, no me atrevería a decir comedia, pero era muy sarcástica, contemporánea y realista de la precrisis. Parecía un cambio de tono respecto a la anterior, pero al final se frustró por una falta de entendimiento con la productora, algo habitual". Pero este hecho puede suponer, según Urbizu, "el germen para otro proyecto, que si no, tal vez no habría sido posible".
El premio le fue entregado por el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, que dedicó unas palabras el homenajeado, en una gala presentada por la actriz gallega Isabel Blanco.
Los ourensanos aplaudieron las palabras del agradecimiento del director y posteriormente disfrutaron con la proyección de la película "La vida mancha" que Urbizu definió como "el material más difícil de poner en escena. Ha sido una de las más desfavorecidas, las más invisible, pero para mí es la mejor que he hecho".
