Ana, ourensana en La Palma: "A erupción estragou a vida de moitas persoas”

La química Ana Meire, actualmente en las islas Canarias.
photo_camera La química Ana Meire, actualmente en las islas Canarias.
La ourensana Ana Meire estudia los gases del volcán de La Palma

La ourensana Ana Meire ejerce como química en el Instituto Volcanológico de Canarias, ubicado en San Cristóbal de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife).  Durante estos días, la actividad es frenética. “Estamos a tope, traballando moitísimo”, reconoce. Su labor es tomar muestras de todas las islas, pero en la actualidad se centran en La Palma debido a la actividad explosiva de su volcán de Cumbre Vieja, cuya erupción, que se produjo hace ya una semana, obliga a actuar con urgencia. 

En el instituto, realizan tanto trabajos de campo como de laboratorio, y la labor de la ourensana se centra en estos últimos. Ella, que lleva casi tres años en este centro, analiza gases del suelo, para comprobar las emisiones, y también el estado de las aguas, en busca de descubrimientos significativos para saber más sobre la situación de los volcanes. 

Difícil predicción

La científica, graduada en Química por la Universidad de Santiago de Compostela, explica que, en cualquier caso, “as erupcións volcánicas son moi difíciles de predecir”, porque “podes contar con indicios de que se vai producir algo, pero é moi difícil establecer o momento e lugar exacto no que acontecerá a erupción”. No obstante, explica que la labor del instituto fue importante para advertir momentos antes la catástrofe y adelantar la necesaria evacuación.

Meire espera que los resultados de su investigación sirvan en el futuro inmediato para tomar decisiones. “Intésanos moito saber se os gases están pasando ás augas, porque poderían afectar a cultivos e animais”, añade. 

En cuanto a las obras de reconstrucción, para ello tendrán mucho que decir los geólogos. Aunque no pertenezca a dicho campo de estudio, Meire ya adelanta que “coa temperatura e a altura que ten a lava, todo o que toque quedará destruído ao seu paso. Esta é unha catástrofe. Algúns dos meus compañeiros de traballo teñen familias alí, e por sorte non están afectadas, pero algúns dos seus amigos e coñecidos si, e é moi triste… A erupción estragou a vida de moitas persoas”. 

En cambio, para la ciencia, esta supone una gran oportunidad. La ourensana reconoce tener sentimientos encontrados, cuando “na miña xeración non se recordaba algo similar. A nivel da investigación, é un privilexio estar a carón dunha erupción, pero ves ao teu redor todo destruído e da moita pena”. Como nota para curiosos, recomienda “non achegarse á nube de cinza e, en todo caso, levar tapabocas”. 

Por el momento, Meire no se plantea regresar a la provincia. Si lo hace, le gustaría dedicarse al análisis de la composición de sus aguas, por ejemplo la de ríos como el Barbaña o el Miño. Pero, por el momento, seguirá en las Islas Canarias hasta al menos el final de año, manteniendo sus sentimientos encontrados entre la curiosidad y la tristeza, al ser consciente del drama sufrido por los habitantes de La Palma.

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