Guillermina Agulla: "Estamos manteniendo las consultas, aunque espaciadas, para que no se nos escape nada"

La segunda ola comienza a remitir en la provincia después de un mes al alza. Las medidas restrictivas impuestas dieron sus frutos, visibles en la reducción de casos activos de la mayoría de municipios. Verín, después de semanas en el punto de mira de las autoridades sanitarias, consigue por fin doblegar la curva. Pero la batalla no está ganada. "Lo más importante es que sigamos protegiéndonos y protegiendo a los demás", asegura Guillermina Agulla, gerente del Hospital de Verín. Las cifras comienzan a dar un respiro en Verín. Llevamos una semana en esa línea, espero que continúe. Es cierto que hay municipios que no han tenido casos durante el último mes, y los más afectados (Verín, Vilardevós y Oímbra) evolucionan favorablemente. ¿La segunda ola golpeó más que la primera en la comarca? En el hospital, la presión asistencial fue mayor que en la primera ola. Entonces, el pico fue de 12 hospitalizados al tiempo, en esta llegamos a los 15 ingresados. Con respecto a la mortalidad, creo que hemos tenido menos en esta segunda ola. Aún así, lo que más nos afecta de la epidemia, como profesionales, son las muertes. ¿Cómo se gestionó el brote en la residencia Val de Monterrei? Prácticamente desde el día después de conocerse el brote se empezó a enviar un facultativo y una enfermera, que llevaban los casos más graves. Los dos primeros días tuvimos ingresos, pero luego ya no, porque se cogió a tiempo en la propia residencia, donde los contagiados fueron atendidos durante una semana. Actualmente, ¿cuál es la cifra de hospitalizados? Llevamos días estabilizados, subimos un poco, volvemos a bajar... Pero ahora mismo tenemos solo seis ingresos. En el CHUO se están posponiendo cirugías no urgentes, ¿también ha pasado en Verín? No, por ahora la mantenemos casi con total normalidad, a pesar del incremento que tuvimos de ingresos covid. ¿Y el resto de consultas? Se pasan de la mañana a la tarde, para no tener multitudes en el hospital. Al repartirlas intentamos que ninguna patología se nos escape, de hecho, intentamos mantener la presencialidad dentro de lo que cabe. Las visitas de familiares sí se han restringido. Claro, todo lo que sea reducir el contacto es la clave para frenar el avance del virus. Los familiares están en contacto con los ingresados a través de tablets o de forma telefónica. Además, el facultativo, si así lo permite el enfermo, informa directamente a los familiares de la evolución de los afectados. ¿Falta concienciación? Tenemos que seguir insistiendo en las medidas preventivas: si el organismo no contagia a nadie, no vive. Las mascarillas y la distancia social son las claves.