Juan Soto Fernández, natural de Freás, lleva más de 24 horas en paradero desconocido tras ser capturado en Venezuela

La falta de noticias del empresario secuestrado tiene en vilo a la familia

Juan Soto, en un viaje realizado a la provincia (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
La falta de noticias mantiene en vilo a la familia de Juan Soto Fernández, el empresario de Freás de Eiras (Ramirás) que el pasado domingo fue secuestrado delante del negocio familiar en El Junquito (Distrito Central, Venezuela).
Dos días después del suceso, los secuestradores todavía no se han puesto en contacto con la familia, lo que ha incrementado la angustia y el nerviosismo. 'Non sabemos nada, nin onde está nin qué queren', confesaban ayer miembros de la familia en Celanova, quienes esperaban que el pasado lunes, con la apertura de los bancos, se hubiera producido alguna novedad en el caso. 'Solo queremos que esté ben, porque sufre de diabetes, e que o deixen libre pronto', expresaban.

Casado y padre de tres hijos, a sus 67 años, Juan Soto Fernández continúa al frente de su negocio de restauración en la céntrica calle Real de El Junquito. 'Dende que marchou aos 18 anos, nunca sufriu roubo o percance algún', confesaban sus más allegados, al tiempo que definen a 'Chino' (apodo con el que le conocen en el pueblo) como 'unha boa persona, moi querido por todos e que nunca se mete con nadie'.

Las palabras de cariño y de aliento por parte de sus convecinos se repitieron ayer tanto en Celanova, donde reside su hermana Concepción Soto, como en su pueblo natal. 'Tal e como está o país, estas cousas se esperan, pero nunca que sexa a alguén tan cercano', confesaban sus vecinos de Freás de Ramirás que, al igual que otros muchos vecinos de la comarca, han emigrado o tienen familia en el país latinoamericano. 'Dicen que son profesionais que saben ben o que fan e que, normalmente, teñen ben estudiada a persoa '.

La tranquilidad en El Junquito y, por extensión en su Celanova natal, se truncó en la mañana del domingo cuando dos hombres a cara descubierta y armados, según confirmaban fuentes cercanas a la familia, lo abordaron delante del negocio de embutidos de su mujer y lo metieron a la fuerza en un turismo blanco.

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