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El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, volvió ayer a Os Peares, la aldea donde se crió, para reivindicarse como un candidato “de pueblo”. Frente a los vecinos de un pueblo dividido entre Lugo y Ourense en cuatro municipios (los ourensanos de A Peroxa y Nogueira de Ramuín y los lucenses de Ferreira de Pantón y Carballedo), “un lugar de puentes” donde “es necesario el entendimiento” y “tender puentes”, prometió regresar si llega a presidente del Gobierno: “Les anticipo que vamos a volver a celebrarlo”.
Igual que hacía para las elecciones gallegas, Feijóo ha escogido su lugar natal para dar el pistoletazo de salida de la campaña, aunque esta vez, en lugar de la residencia del presidente de la Xunta en Monte Pío (Santiago), el destino es la Moncloa. Los vecinos de Os Peares, que lo recibieron por todo lo alto, ya intuían desde hacía años que esa iba a ser su meta y no dudan de que lo conseguirá. El candidato popular llegó a pie y puntual, a las 10,30 horas exactas, al entorno del edificio que albergó el estanco de su abuela. El pueblo y el edificio, a escasos metros en pendiente del río Miño, estaba decorado con pancartas que rezaban: “Orgullosos de ti. Sempre contigo” y “Dos Peares á Moncloa”.
Con Feijóo viajaron su vicesecretario de Organización en Génova y cabeza de lista al Congreso por A Coruña, Miguel Tellado, y la secretaria general del PP gallego, Paula Prado. Frente a la casa familiar le esperaban, además de decenas de vecinos y parientes lejanos, su familia más cercana: su madre, Sira Feijóo, su hermana, Micaela Núñez, y su pareja, Eva Cárdenas.
El ambiente que se respiraba era la de la vuelta de un hijo pródigo. Se pudo escuchar algún grito sarcástico como “¡Cambia el colchón cuando llegues a la Moncloa, no te acuestes ahí!”. Así, uno a uno, fue saludando al pianista, al sastre o al tocayo en una especie de besamanos que se extendió durante casi 25 minutos, que, al terminar, llevó a Feijóo a intervenir ante los medios.
De Os Peares a la Moncloa
Su intervención ante los medios, que empezó con un saludo en gallego, sirvió para reivindicarse como un candidato “de pueblo” que busca un cambio político en España. A su juicio, “sería bueno” que el país tenga un presidente que es “un chaval nacido en una aldea” y que “conozca todo esto no porque se lo cuenten, sino porque lo ha vivido”. “Os Peares son mi principio y mis principios”, expresó el candidato popular, haciendo gala “del trabajo, del esfuerzo y, por supuesto, de la humildad” que le enseñó esta aldea.
Así, el candidato popular ha hecho un paralelismo entre España y Os Peares, un “pueblo donde es necesario el entendimiento”. “Por eso construimos tantos puentes, para entendernos los unos con los otros, para unir lo que los ríos habían separado y para transitar personas que vivíamos en distintos ayuntamientos pero en un mismo pueblo”, añadió. “Aquí (en Os Peares) no había diferencias, aquí todos trabajábamos e intentábamos llegar a fin de mes y estudiar, en la medida de las posibilidades”. Por eso, ha prometido seguir “con los pies en la tierra” tras el 23J, con la “modestia y la humildad” como “faros” de su acción política, y ha prometido regresar a su localidad de origen: “No volveré a mi pueblo, por lo menos, hasta después de las elecciones para celebrar el resultado democrático de las urnas. Veremos cuál es, pero ya les anticipo que vamos a celebrarlo”.
Concluida entre aplausos esta intervención, “el nieto de Eladia” volvió a los saludos, besos y fotos entre los vecinos y tuvo tiempo para recordar con su madre algunos episodios de su infancia.
