Las fiestas, foco de atracción turística, reducen presupuesto

'Se eliminó el concierto de verano. Siempre se traía un grupo de primera fila, pero este año no puede ser, y eso supondrá una reducción del número de visitantes al festival', reconoce el alcalde de A Rúa, Avelino García.
Es tan sólo un ejemplo de la situación que padecen una buena parte de los concellos de la provincia, obligados un año más a apretarse el cinturón por la crisis.

Como en O Barco, donde el concejal de Cultura, Eduardo Gómez, admite que 'el presupuesto de las actividades del verano se redujó mucho en los últimos dos años, en torno a un 40%', aunque asegura que 'este año tendremos más actividades con menos presupuesto. Lo conseguimos apostando por grupos locales y por las actividades de las asociaciones culturales'.

Tiene su repercusión también la crisis económica en otros puntos de la provincia. En la comarca de Celanova, por el momento, los ayuntamientos mantienen las celebraciones veraniegas, si bien recortan en los presupuestos o subvenciones para fiestas.

Sólo se registra un cambio notable en este aspecto: la capitalidad comarcal, Celanova, ha depositado la organización de las fiestas patronales en una comisión formada por vecinos y empresarios del municipio. Aunque, según palabras del propio regidor, José Luis Ferro, mantendrán la ayuda logística y una aportación económica (por determinar).

Por cierto que uno de los atractivos de estas fiestas de San Roque, el globo de papel, desapareció hace ya dos años -según el Concello debido a que la empresa que lo hacía no emitía factura y, por tanto, no se podían registrar los pagos- y no volverá este año, ya que cerró el artesano que los fabricaba.


FALTA DE APOYOS

La historia se repite en Ribadavia, donde la Mostra de Teatro ha visto reducido su presupuesto en 36.000 euros -debido a la falta de confirmación de ayudas por parte de Xunta y Gobierno central- y las fiestas de la Virgen del Portal también se aprietan el cinturón, tanto en días como en el aspecto económico.

Con sus cuentas todavía sin cerrar para este año, tanto la Festa do Pulpo como, sobre todo, las patronales de San Cibrao, en Carballiño, también reducen costes; estas últimas por la vía de suplir las actuaciones de grandes orquestas por grupos locales.

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