Presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Ourense

Filemón Rodríguez: ‘Los veterinarios tendrán un papel clave por la importancia de la seguridad alimentaria’

Filemón  Rodríguez. (Foto: Miguel Ángel)
Tras 19 años presidiendo el Colegio de Veterinarios, Filemón Rodríguez deja el cargo el día 30 coincidiendo con la convocatoria de elecciones a junta de gobierno.
Lleva más de 40 años ejerciendo la profesión de veterinario y ahora, a sus 66 años, empieza a plantearse su jubilación como jefe de Area de Sanidade e Producción Animal de la Consellería de Medio Rural. Como primer paso, ha decidido no volver a presentar candidatura para presidir el Colegio Oficial de Veterinarios de Ourense, cargo que ejerce desde 1989.

Son muchos los cambios a los que ha asistido. ¿Qué piensa al mirar atrás? Hay que adaptarse a los tiempos. En aquella época la salida profesional era fundamentalmente en la administración, en campañas de saneamiento y de reproducción, y la función era básicamente clínica. Luego, con la reestructuración de la profesión, se separaron las funciones de agricultura y sanidad y los veterinarios funcionarios ya no hacen clínica. Asimismo, en el colegio antes éramos muchos menos veterinarios (cien) y asistíamos todos al colegio. Esto ha desaparecido, los jóvenes no están ya por la labor de los colegios, no participan. Por eso, me marcho con pena, pero espero que venga un presidente joven con ideas nuevas.

¿La colegiación debería ser libre? Creo que debería ser obligatoria, porque si estuviésemos a gusto con la profesión ni nos lo plantearíamos. Pero hoy no hay vocación y se hace por dinero.

¿Cuál es la situación actual del colegio? Somos la provincia con menos colegiados, 311 (en Lugo y A Coruña hay 1.300 en cada una de ellas, y en Pontevedra, 500), de los cuales 36 son jubilados, 80 de Medio Rural, 51 de Sanidade, dos de Medio Ambiente, 97 trabajan en clínicas de grandes y pequeños animales y 45 en empresas como Coren.

¿Por dónde pasa el futuro de la profesión? Hoy producir mucho y bien es difícil. En Galicia hay que primar la calidad y, por lo tanto, la seguridad alimentaria se va a potenciar mucho y a un plazo corto o medio el veterinario tendrá mucho que decir en este aspecto -desde el establo a la mesa, mediante el control sani tario de la explotación, del movimiento de animales, en mataderos e industrias y en supermercados-. A partir de la enfermedad de las ‘vacas locas’ se impulsó el control, manejo y gestión de las explotaciones, incrementándose los puestos de veterinarios.

¿Y el de la ganadería ourensana? Antes predominaban las explotaciones de dos o tres vacas y ahora se tiende a explotaciones de cien reses de razas autóctonas en régimen extensivo -en 30 años se ha pasado de 130.000 vacas a 40.000 escasas, por el abandono del rural-. Las granjas intensivas, que crecieron mucho, han llegado a su tope. Gracias a Coren, la provincia pasó de 5.000 pollos a 300.000. Lo mismo ha pasado con el porcino, cuyas granjas han crecido mucho -de 20 cerdas madres se ha pasado a 1.200-.

¿Ha habido una buena gestión del tema las ‘vacas locas’ o la gripe aviar? El problema de la gripe aviar sigue ahí, en países con unas condiciones sanitarias diferentes a las nuestras. El tema de las ‘vacas locas’, que afectó sobre todo a Galicia, nos cogió de sorpresa y hubo oscurantimo, no se dijo toda la verdad. Es decir, no hubo una buena gestión política del problema. Ahora, sin embargo, los políticos dan la cara y explican estos problemas con claridad.

¿Hoy se puede comer carne con garantías de seguridad? Las enfermedades ya están controladas, pero hay que estar atentos a enfermedades emergentes. Hoy sí se puede comer carne con garantías. Nunca ha habido tanto control, aunque siempre habrá mucho que hacer. Por ejemplo, la brucelosis ha disminuido mucho, pero sigue habiendo casos a pesar de las campañas sanemiento -llegar a cero es difícil-.


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