La Audiencia provincial había señalado la vista oral para el pasado jueves pero el estado de alarma por emergencia sanitaria la suspendió al ser una causa en la que el inculpado no está en prisión, aunque la petición inicial de la fiscal es de nueve años y medio. D.T.F. está acusado de una violación en un pub de la zona de Vinos de la ciudad en la madrugada del 16 de junio de 2017 tras haber esnifado cocaína.
Una joven con la que coincidió en el pub Symbol, de la calle Pizarro, denunció que había sido violada en el baño del local, lugar al que había entrado con el inculpado, al que conocía con anterioridad, de forma voluntaria para consumir una raya de cocaína.
La acusación pública considera creíble la versión que ofreció la joven a la Policía Nacional en base a las pruebas forenses (análisis de restos biológicos) y las heridas que presentaba, compatibles a su entender con una agresión sexual. La fiscalía asegura que la víctima fue inmovilizada contra la pared del aseo mientras la penetró en dos ocasiones. "Durante este tiempo le gritó que parase, pidiendo socorro, si bien no fue escuchada al estar la música del local muy alta", asegura la representante del ministerio público. La agresión sexual -añade- finalizó cuando dos clientas del local intentaron abrir la puerta del baño y encontraron a la mujer en el suelo con los pantalones bajados y llorando al tiempo que el inculpado se subía la bragueta. D.T.F. fue perseguido por dos clientes de forma que la Policía Nacional le dio alcance en el calle Reza.
La defensa mantiene que el testimonio de la denunciante no es creíble. En las alegaciones presentadas durante la instrucción que constan en el sumario, hizo valer para reclamar el sobreseimiento que la mujer fue llamada a declarar el 30 de noviembre de 2018 y aseguró que "había tenido relacionados con otra persona y que no quería ser reconocida por el forense porque retiró la denuncia y no quería reclamar nada" -por esta razón la fiscal en su petición de pena no incluye la responsabilidad civil-.
Para la letrada, la primera declaración de la perjudicada ofrece "una serie de contradicciones" tales como que la perjudicada dijo que el acusado había cerrado la puerta con pestillo y una de las jóvenes que intentó acceder al baño dice que estaba abierta. "No tiene mucho sentido que si se va a cometer una violación se deje una puerta abierta para que cualquiera pueda entrar sin dificultad y ver el hecho", asegura la defensa en un recurso.
Y destacaba en la argumentación que en la exploración genital practicada por el forense no detectó lesiones de tipo traumático y sí dos perfiles de varón diferentes (no se halló semen).
