La sala anunció que no admite ninguna de las pruebas propuestas por la fiscal, incluida la declaración de los agentes de Asuntos Internos
La fiscal Pilar Manso anunció este martes su intención de seguir con la acusación en el juicio del caso Zamburiña para que “una incautación importante de droga -casi siete kilos de cocaína y heroína- no quede impune”. Para seguir con la acusación, el Ministerio Público proponía una serie de pruebas, como la declaración de los agentes de Asuntos Internos que llevaron la investigación, después de que las escuchas telefónicas fueran anuladas ayer lunes por la sala. Finalmente, la sala decidió no admitir ninguna de las pruebas propuestas por la fiscal por considerar que se derivan de las escuchas. A la Fiscalía solo le queda declaración de los acusados, aunque los que sí declararan solo lo harán a preguntas de sus letrados.
Los primeros en declarar fueron los policías Mercedes C.G., Felipe M.A. y José Antonio R.F.. A la pregunta de sus letrados sobre los delitos imputados, los tres se han declarado inocentes.
Anulación de las escuchas
La magistrada anunció ayer que la fiscalía no podía tener en cuenta en el juicio las escuchas telefónicas, que derivaron posteriormente en los registros domiciliarios en los que aparecieron casi siete kilos de cocaína y heroína, la mayor parte atribuida a Josefa P.G., Pucha. Tampoco, al ser nulo ese auto, puede ser tenida en cuenta la declaración autoinculpatoria de la principal encausada -la fiscal le pide 13 años de cárcel-, en la que incriminó a lo policías -aseguró que le pasaban información-.
Para la Audiencia de Ourense, el oficio que hizo llegar Asuntos Internos al juez justificando los pinchazos a nueve policías está basado en conjeturas y no debió pasar de un mero expediente profesional informativo. Tomó como fuente de conocimiento un anónimo que hablaba de corrupción policial y que no aportó el juez.