Las defensas de los integrantes de la red que distribuía droga en Verín solicitaron la nulidad del proceso

El fiscal reclama para cinco narcos hasta 30 años de cárcel

Darío, Manzueta, Fuentes, Wilfrido y García, custodiados por agentes en el juicio, en la Audiencia. (Foto: X. FARIÑAS)
La Audiencia de Ourense dejó ayer visto para sentencia el juicio que siguió durante dos jornadas contra cinco acusados -Carlos José García, Carlos Darío, César Manzueta, Walter Wilfrido e Iván Fuentes- por su presunta participación en una red de tráfico de estupefacientes que abastecía de droga a la comarca de Verín, desmantelada a lo largo de 2010.
Durante la última sesión, antes de que las partes personadas en la causa expusiesen ante el tribunal sus alegatos, testificaron en la vista oral hasta 12 testigos y peritos, entre ellos nueve agentes que cooperaron en el operativo policial iniciado en 2009 que permitió el arresto, de forma gradual, de los acusados.

El fiscal del caso reiteró que los encausados integraban 'un grupo de traficantes de droga' y que traían la cocaína de Madrid, siendo Carlos José García el encargado de conseguir la droga allí, haciéndosela llegar a Carlos Darío en Verín. Para lograrlo, tal y como indicó, a veces la transportaba el propio Carlos José y otras César Manzueta, que actuaba 'como correo'. Walter Wilfrido e Iván Fuentes (ambos hermanos), por su parte, la distribuirían en la localidad verinense. Insistió en que César Manzueta fue detenido al volante -sin carné-, portando un paquete con 678 gramos de cocaína que debía entregar en Verín (recibiría a cambio 7.000 euros). Con respecto a Carlos Darío, Carlos José García y Walter Wilfrido y refiriéndose a las escuchas telefónicas practicadas por los agentes -algunas reproducidas en el juicio-, incidió en que delatan cómo pactaban las entregas de droga.

A pesar de que Walter Wilfrido, junto a los otros encausados, excepto César Manzueta que no quiso declarar en el juicio, se desvincularon de las escuchas, la acusación indicó que se detectaron 'casi 100 llamadas de Walter Wilfrido con Carlos Darío o Carlos José' que revelan su proceder delictivo. Asimismo, según el fiscal, Iván Fuentes 'era el sustituto de la actividad ilícita de su hermano'.

Las defensas solicitaron la nulidad de las escuchas y, por tanto, la absolución de los acusados, al creer que no están fundamentadas y que, en base a ellas, hubo una investigación 'para ver qué pasaba', vulnerando el derecho a las comunicaciones, al no haber indicios delictivos previos.

El fiscal, tras incidir en que se ajustan a la ley, pidió para cada uno de ellos una pena de entre cuatro años y dos meses de cárcel y nueve años y dos meses, al atribuirle varios delitos -casi 30 años para los cinco-.

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