El Ministerio de Fomento pretende ahorrar en la ejecución de los túneles de la línea entre Ourense y Lubián con respecto a lo previsto inicialmente. De hecho, en las últimas adjudicaciones de obras autorizó rebajas de entre el 27% y el 36% sobre el presupuesto inicial de licitación, cuando en otros tramos de la línea no había permitido que las bajas superasen el 20%.
Así, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) autorizó el pasado viernes la contratación de obras en tres tramos. En concreto, el trazado entre Cerdedelo y Prado había salido a licitación por importe de 143,3 millones de euros, pero las obras se contrataron por 104,5 millones, es decir, un 28% menos. Mientras, el tramo Porto-Prado se licitó por 171,8 millones y se contrató por 123,2 (un 28% menos). La mayor baja se produjo en el contrato del túnel de O Corno, que se licitó por 137,7 millones, pero se contrató por 88,4 millones, lo que representa un descenso del 36%.
La baja de las ofertas en las licitaciones es un procedimiento habitual, pero en los otros ocho tramos de la línea que ya fueron adjudicados no había excedido el 20%. Este descenso fue el autorizado en cinco contrataciones, mientras otras tres ni lo alcanzaron (se quedaron en el 18%, 12% y 5%).
MÉTODO CONSTRUCTIVO
No obstante, al tramitar los tres contratos adjudicados en pasado viernes, el organismo encargado de las obras públicas ferroviarias (dependiente del Ministerio de Fomento) había solicitado a las empresas que se presentasen al concurso que realizasen una propuesta alternativa para la ejecución de los túneles, en los que no se utilizarían máquinas tuneladoras (como estaba previsto inicialmente), sino que se emplearían métodos convencionales (explosivos y excavación). Así figura en los pliegos de licitación que había dejado ya tramitados el anterior equipo de Fomento, bajo dirección de José Blanco, aunque adjudicados ya bajo gobierno de la actual ministra, Ana Pastor. En estos tramos están incluidas las obras de uno de los túneles de Prado (de 7,5 kilómetros de longitud) y los dos túneles de O Corno (ya que los dos tubos -uno por cada sentido- se construyen por separado, y miden 8,7 y 8,5 kilómetros).
En los pliegos de licitación, Adif señalaba que las empresas que concurran al concurso deberían presentar una propuesta de ejecución respetando el proyecto original, pero 'optativamente se podrá presentar una mejora', en la que el único cambio debía ser 'exclusivamente' el del sistema de construcción, pero sin alterar las características de los túneles.
Adif informó el pasado viernes de la adjudicación de estos contratos, pero no indicó cuál es el método constructivo elegido finalmente para las obras, es decir, si los túneles se harán con tuneladora o por el sistema convencional. Este periódico contactó ayer con el organismo público ferroviario para solicitar información al respecto, que de momento no han ofrecido.
Según Adif, la ejecución de los tramos adjudicados el pasado viernes está prevista entre 33 y 36 meses, al igual que el resto de la línea. En todo caso, sea por un método u otro, este plazo resultará muy difícil de cumplir, debido a la envergadura de los trabajos en un tramo de compleja orografía como son los 62 kilómetros entre Lubián y Vilar de Barrio.
La baja de las ofertas en las licitaciones es un procedimiento habitual, pero en los otros ocho tramos de la línea que ya fueron adjudicados no había excedido el 20%. Este descenso fue el autorizado en cinco contrataciones, mientras otras tres ni lo alcanzaron (se quedaron en el 18%, 12% y 5%).
MÉTODO CONSTRUCTIVO
No obstante, al tramitar los tres contratos adjudicados en pasado viernes, el organismo encargado de las obras públicas ferroviarias (dependiente del Ministerio de Fomento) había solicitado a las empresas que se presentasen al concurso que realizasen una propuesta alternativa para la ejecución de los túneles, en los que no se utilizarían máquinas tuneladoras (como estaba previsto inicialmente), sino que se emplearían métodos convencionales (explosivos y excavación). Así figura en los pliegos de licitación que había dejado ya tramitados el anterior equipo de Fomento, bajo dirección de José Blanco, aunque adjudicados ya bajo gobierno de la actual ministra, Ana Pastor. En estos tramos están incluidas las obras de uno de los túneles de Prado (de 7,5 kilómetros de longitud) y los dos túneles de O Corno (ya que los dos tubos -uno por cada sentido- se construyen por separado, y miden 8,7 y 8,5 kilómetros).
En los pliegos de licitación, Adif señalaba que las empresas que concurran al concurso deberían presentar una propuesta de ejecución respetando el proyecto original, pero 'optativamente se podrá presentar una mejora', en la que el único cambio debía ser 'exclusivamente' el del sistema de construcción, pero sin alterar las características de los túneles.
Adif informó el pasado viernes de la adjudicación de estos contratos, pero no indicó cuál es el método constructivo elegido finalmente para las obras, es decir, si los túneles se harán con tuneladora o por el sistema convencional. Este periódico contactó ayer con el organismo público ferroviario para solicitar información al respecto, que de momento no han ofrecido.
Según Adif, la ejecución de los tramos adjudicados el pasado viernes está prevista entre 33 y 36 meses, al igual que el resto de la línea. En todo caso, sea por un método u otro, este plazo resultará muy difícil de cumplir, debido a la envergadura de los trabajos en un tramo de compleja orografía como son los 62 kilómetros entre Lubián y Vilar de Barrio.
