Uno de los mejores termómetros del crecimiento de los llamados “sisis” es el auge de la formación a distancia, aquella que facilita a los estudiantes compaginar los estudios con la vida laboral.
Si se echa la vista atrás, el crecimiento de la FP a distancia es espectacular, tanto en oferta de ciclos como en demanda del alumnado. Así, en 2005, según los datos del Instituto Galego de Estatística, había 39 alumnos de grado medio para adultos, que suele hacerse a distancia. En 2022 son 760 estudiantes ourensanos los que optan por esta modalidad. Hace 10 años, en 2012, todavía eran 173: hay seis veces más matriculados a distancia en grados medios que hace una década.
Ocurre lo mismo con los ciclos superiores para adultos, realizados a distancia. Hay 758 inscritos en esta modalidad. En el curso 2012 eran apenas 257.
Por otro lado, el Bachillerato semipresencial o a distancia para adultos tiene 162 matriculados, según los datos de la Consellería de Educación, frente a los 67 que siguen esta enseñanza de manera totalmente presencial.
En cuanto a las enseñanzas superiores, la UNED de Ourense, en tendencia con la Universidad a Distancia a nivel nacional, ha notado un aumento de matrícula, especialmente tras la pandemia que ha cambiado los hábitos y ha animado a algunos a volver a los estudios. Son 882 matriculados en el curso 2022-2023 en el centro ourensano, aunque la matrícula todavía está abierta.
Por otro lado, la UVigo encontró en un grado semipresencial una solución a la falta de matrícula. Ocurrió en Historia hace un par de años, cuando la inscripción en el grado en Geografía e Historia tenía datos a la baja. Ofertando una segunda modalidad, la semipresencial, encontraron un alivio a esa situación. De hecho, el grado remontó a tal nivel que para este curso ha sido uno de los primeros en cerrar matrícula por cubrir todas sus plazas.
