Francisco Rodríguez: "La Pokemon sumió al gobierno de la tercera ciudad de Galicia en el caos"

Al exalcalde socialista de Ourense Francisco Rodríguez (68 años), la operación Pokemon de la juez Pilar de Lara le puso un nudo en el estómago hace ahora 10 años, cuando la magistrada, desde su despacho de Lugo, ordenó su detención. La imputación en esa macrocausa le apeó de la política activa, además del enorme coste personal. El nudo se hizo úlcera cuando su nombre continúa en los autos judiciales una década después “sin posibilidad de defensa”. Pero poco a poco, van cayendo resoluciones judiciales que le exoneran. La última, de la que se enteró por este diario, archiva la llamada trama del agua (la pieza por tráfico de influencias en relación a Aquagest). Es la segunda causa que se archiva contra él, pero le quedan cuatro más. ¿Comienza a recuperar la fe en la justicia? Es un poco de coña, porque me entero por La Región; mi abogado tampoco conocía el auto de archivo. La actuación de los jueces es muy importante porque actúan sobre bienes y derechos fundamentales, y pueden influir en la honorabilidad de las personas, sus derechos y su libertad. Todas estas cuestiones pueden ser muy frágiles, y no hay repuesto. Cuando se rompen, no hay piezas para restituir. Las acciones de los jueces deben ser, cuando menos, prudentes, mesuradas y, sobre todo, proporcionadas. Si ello no es así, causan un daño innecesario y, si encima se dilatan en el tiempo, se convierten en perversas e injustas. En la Pokemon, se vulneraron los principios de la justicia durante 10 años. Casi nada. ¿Estamos escribiendo la “crónica” del archivo esperado? Estoy seguro que aunque se tarden otros diez años, no pueden aparecer delitos que no existen. No lo digo yo, sino que otros muchos observadores. La jueza de la Pokemon (Pilar de Lara) montó una macrocausa desproporcionada, intentando rodearla de mucho ruido. Todavía hoy no sé la razón. El coste para las personas implicadas fue muy alto, sin olvidar lo daños colaterales, familias, amigos, afectando incluso a la salud. Además, en el caso de Ourense tuvo consecuencias políticas, económicas y sociales trascendentales. Esta causa se llevó por delante un gobierno municipal legítimamente constituido en la tercera ciudad de Galicia. Tristemente, desde entonces el gobierno de Ourense sigue sumido en el caos y el esperpento político sin precedentes. Por eso la actuación de los jueces es tan importante: afecta a la vida y derechos de las personas, al orden social, en suma. Pero quedan aún más piezas… Hubo una mala praxis judicial en la macrocausa y eso está claro. No lo digo yo sino los jueces que dictaron distintos autos de archivo de las piezas repartidas por toda Galicia. De entrada, eso ya te dice que algo se hizo mal. Y me resulta bastante inquietante y preocupante que la responsable de todo esto, que tiene nombre y apellidos, pueda seguir ejerciendo. En cuanto a las otras piezas, como sé que no hay nada, no me preocupa. Tengo la tranquilidad y seguridad porque no se puede acusar por algo que no existió. Pilar de Lara fue sancionada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con suspensión de seis meses y pérdida de destino (tuvo que dejar la plaza de Lugo). En cualquier otro campo profesional y estamento social, algo así te apartaría para siempre. El castigo es bastante pequeño con todo el daño que causó. El propio presidente de la Audiencia de Ourense en una entrevista en el diario La Región decía que la Pokemon había sido una mala operación para la justicia gallega. Y tiene razón, pero añadiría que la justicia es para los administrados y cuando se prolonga demasiado, como dice el filósofo, deja de ser justicia. Fue una operación mala para la justicia como administración, pero también para la justicia como concepto troncal en la defensa de la ley y los derechos de las personas. Aunque sean políticos, que no son seres diferentes al resto de mortales para señalarlos con el dedo acusador. Lo digo desde la serenidad que da el paso de los años: ojalá nunca más se vuelva a producir una causa injusta y desproporcionada que cause tanto daño a las personas y en el caso de Ourense, también a la ciudad. ¿Cree que la imputación no tenía base pese a las escuchas? Antes de acusar, cuando está en juego la dignidad y la honorabilidad, hay que tener algo firme y ser prudentes. Esto no es un bar de un pueblo donde uno dice, el otro añade… Fue muy imprudente intentar armar algo sobre una base tan poco sólida. Se ha jubilado como profesor y lleva aún la Pokemon en la mochila… La justicia para ser justa no puede dilatarse tanto en el tiempo. El ciudadano tiene que estar más protegido en un Estado de derecho. ¿Le tranquiliza que las piezas hayan dejado Lugo y estén en juzgados de Ourense? Sí, entre otras cosas porque a partir de ahí se va viendo el final del túnel. El problema estuvo en Lugo. ¿Sigue sintiéndose rockero para volver a la primera línea política? (Risas). Le hago yo una pregunta a usted: ¿Cómo es posible que los partidos políticos intenten recuperar a las viejas figuras a día de hoy? ¿Se imagina al Barça recuperando a Messi en 20 años? Es una comparación odiosa porque él es un fenómeno y aquí no hay. Hubo gente, no solo de ámbitos políticos, que son amigos pero me quieren mal, y me lo plantearon. Lo normal es que los partidos den entrada a savia nueva para afrontar un reto tan importante en esta ciudad: recuperar la dignidad perdida en los últimos tiempos. Llevas el gusano siempre dentro, pero mi hora fue otro momento. Fue una pena que se truncase por la Pokemon.