Dos incendios forestales rondaron en la tarde de ayer la ciudad de Ourense. El de mayor virulencia comenzaba a las 15,03 horas y puso en apuros a los vecinos de Canibelos, obligando a intervenir a los bomberos, que tuvieron que arrojar agua para crear un cordón de seguridad dado que las llamas estaban prácticamente en el patio, paredes y jardín de cinco viviendas. En la zona hay un negocio de desguace de maquinaria.
El segundo fuego se produjo dos horas más tarde entre la vía férrea y el cauce del río Miño, a la altura de Untes. Las llamas, que afectaron a matorral y monte bajo, también obligaron a intervenir a los bomberos de la ciudad.
El incendio registrado en Canibelos llevaba calcinadas en la noche de ayer más de 50 hectáreas, según informó Medio Rural. Las llamas provocaron una densa columna de humo, visible desde la comarca de A Limia.
Los bomberos de la ciudad, ante la densa humareda, fueron los primeros en actuar, al tiempo que alertaban a los efectivos de Medio Rural, que desplegó en la zona cinco helicópteros, siete aviones, seis brigadas y cinco motobombas. "Los medios aéreos y terrestres llegaron pronto. Los helicópteros comenzaron a arrojar agua para alejar el peligro del pueblo", aseguraba el cabo de los bomberos ourensanos Javier Mosquera. A los vecinos no fue necesario desalojarlos, pero vivieron momentos de alarma.
Los efectivos también continuaban ayer enfriando las 41 hectáreas que otro incendio calcinó desde el viernes en el parque de la Encina da Lastra (Rubiá).
