Los muros del parador de Santo Estevo de Ribas de Sil acogieron ayer una reunión privada encabezada por la secretaria de Estado de Turismo, Rosa Ana Morillo, a la que asistieron el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, el subdelegado, Emilio González, y un grupo de alcaldes lucenses y ourensanos de la Ribeira Sacra. Tras una visita al antiguo monasterio, Morillo mostró su apoyo a la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, reconocimiento que “merece”, y destacó su potencial como destino turístico sostenible.
“Es todo un símbolo de la protección de nuestro patrimonio histórico y cultural”, destacó la secretaria de Estado con el Canón do Sil como decorado de fondo. Morillo afirmó que el Gobierno quiere “caminar conjuntamente con el territorio para tener un turismo más sostenible”. En este sentido, subrayó que de este modo se puede “ayudar a aquellos territorios menos conocidos a que tengan el turismo como una fuente de riqueza económica, pero también social”.
Morillo mencionó el turismo del vino, el gastronómico, de actividades y cultural, es decir, los que florecen en una Ribeira Sacra propuesta para ser Patrimonio mundial. Ensalzó “las inversiones” y los planes de sostenibilidad turística en destino, que “nos llevan por el camino adecuado para poder desestacionalizar nuestro turismo”. También para “diversificar” la oferta turística. Asimismo, tendió la mano a los alcaldes de la Ribeira Sacra. “Nos van a tener a su lado para buscar estos fondos, estas inversiones”, dijo Morillo, así como para “aumentar la competitividad de la Ribeira Sacra de una forma sostenible y respetuosa con este maravilloso entorno”. Tras el paseo por el parador, que hizo a solas con una reducida comitiva, Morillo acudió al encuentro de los regidores para mantener una reunión privada a puerta cerrada.
Tras la visita de la secretaria, desde la Delegación del Gobierno aportaron cifras sobre las inversiones que mantiene el Gobierno en la Ribeira Sacra, que superan los siete millones de euros. La mayor inversión se corresponde con los cuatro millones de euros de los Planes de Sostenibilidad Turística, de los que se benefician 25 concellos de las dos provincias.
La secretaria habló de “descarbonización” en una convocatoria que sembró polémica
El acto no gustó a todos los alcaldes que asistieron. De “chambonada” lo tachó el alcalde popular de San Xoán de Río, Xosé Miguel Pérez Blecua, quien también ocupa el cargo de delegado especial de Nuevas Tecnologías, Reto Demográfico y Dinamización del Medio Rural en la Diputación.
Tras el encuentro, lamentó que no se sacó nada en claro y denunció el aparente partidismo que revestía la cita, en la que vio más apariencias que sustancia. “A Ribeira Sacra, que ten o bonito de remar todos na mesma dirección, estar todos xuntos independentemente da cor política… Ao final este tipo de cousas, por apuntarse un tanto uns ou outros, non valen de nada”, comentó.
Mientras tanto, el regidor socialista de Parada de Sil, Aquilino Domínguez, prefirió rehuir de polémicas. “Eu son das políticas prácticas. Debemos traballar xuntos”, dijo. Explicó que, en la reunión, la secretaria ahondó en temáticas como la sostenibilidad turística o la descarbonización del destino. Siendo Parada de Sil uno de los concellos del corazón de la Ribeira Sacra, el regidor se mostró confiado en obtener la declaración: “Isto non é unha ocorrencia, é un proxecto sólido”.
