El Concello de Ourense se ve incapaz de sacar adelante todo el dinero del que dispone. Recientemente, ha tenido que anular la adjudicación de la instalación de cámaras de acceso al Casco Vello y radares porque la tesorería advertía de la ausencia de partidas para el mismo. Y lamentaba: “Sería convinte a revisión dos procedementos de contratación que tardan dende a aprobación do expediente ata o acordo de adxudicación 1 ano e 3 meses, por causas alleas a esta tesourería”.
La situación de retrasos en los procedimientos es de tal calibre que el Concello intenta ahora aprobar de urgencia una partida de 2,6 millones de euros para poder pagar los 15 minibuses comprados a Isuzu, algunos de los cuales ya están en marcha.
Retraso en los pagos
El periodo de pago a proveedores se dilata cada vez más y el Concello de Ourense, ahogado por la gestión económica, intenta sacar cabeza a golpe de decreto obviando a los técnicos.
