Gonzalo Pérez Jácome, el alcalde que aparca donde quiere

photo_camera La curiosa manera de aparcar del alcalde de Ourense.

Los coches de Jácome y su equipo suman un amplio catálogo de infracciones sin sanciones, con la máxima complicidad de la Policía Local, al contrario que el regidor de Baiona, que será juzgado por quitarse multas tras denunciarlo varios agentes

La polémica que acaba de estallar en Baiona (Pontevedra), donde el juez instructor ha abierto juicio oral contra el alcalde, el socialista Carlos Gómez, por presunta prevaricación y falsedad documental por retirarse a sí mismo cinco multas de tráfico por un importe de 880 euros, ha vuelto a sacar a la luz la impunidad con la que juega en Ourense su regidor, Gonzalo Pérez Jácome, conocido -y sin ocultarlo- por estacionar cualquiera de los múltiples vehículos de uso municipal en zonas de carga y descarga, calles peatonales y todo tipo de espacios restringidos para los coches. 

El alcalde de Baiona, ahora investigado, tras las denuncias en Fiscalía de los propios policías locales, se estimó sus propias alegaciones “con total desprecio al deber de abstención que existía”, según la investigación judicial. El modus operandi es exactamente el mismo con el que comenzó el mandato de Jácome, quien fue multado el primer día de su etapa al frente del consistorio en la rúa da Barreira -al lado de la Casa Consistorial-, donde posteriormente habilitó un espacio con señal incluida para “coches de Alcaldía”. Jácome estimó entonces sus propias alegaciones tras rectificar el agente que lo había multado y aceptar que el coche particular de Jácome estaba autorizado como medio de comunicación, todo ello después de haber abierto el Concello un expediente a dicho policía días antes.

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Jácome ha jugado desde los inicios con los favores de la Policía Local, a la que tanto había atacado, valiéndose de todo tipo de “armas”, bien sea la coacción o los incentivos, un recurso que ha usado en la segunda mitad, y que le ha resultado mucho más efectivo. Mientras en Baiona el alcalde ha acabado siendo investigado tras las denuncias de varios agentes, que derivaron en una querella de la Fiscalía, en Ourense, el alcalde cuenta hoy con la complicidad de gran parte del los agentes, con sueldos inflados a base de horas extra tras una reformulación de los cuadrantes, y con el camino allanado en los despachos tras deshacerse de la jefa de la Policía Local, María Barrera, de baja tras haber denunciado al Concello por acoso laboral. 

Jácome goza de una impunidad cada día mayor pese a carecer de permisos en la Ordenanza de Circulación municipal para saltarse la normativa, salvo cuando aparca los coches oficiales en el espacio habilitado en la rúa da Barreira. La impunidad alcanza tal nivel que esta pasada Navidad subió un vídeo propagandístico sobre las fiestas navideñas en el que se le podía ver bajo la carpa de la Praza Maior con el coche color mostaza aparcado en medio de la plaza. 

Durante estos últimos meses, también se ha visto este vehículo, el que utiliza el regidor casi en exclusiva en la actualidad, aparcado de forma continuada al lado de pabellón de Os Remedios (a donde el regidor acude de forma habitual para la práctica deportiva), precisamente en el mismo espacio donde mantuvo un mediático incidente con un policía en su etapa en la oposición. Entonces, tanto él como su edil Telmo Ucha (hoy concejal de Seguridad Ciudadana) grababan a este policía aparcado en el mismo sitio donde ahora se puede ver con impunidad el coche de Jácome. ¡Cómo han cambiado las cosas desde entonces!

Ante la actual perversión de los vehículos municipales, que conducen (y aparcan) tanto el alcalde como sus múltiples asesores (algo de dudosa legalidad), grupos municipales como el BNG han pedido recientemente un listado de todas las sanciones acumuladas por los coches de Alcaldía durante este mandato, ante la sospecha de que lo sucedido recientemente en Vigo (donde sí multan a los coches oficiales) pudiera haber pasado en más ocasiones.

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