El hombre hallado muerto en el Miño llevaba 20 días desaparecido

El cuerpo sin vida que encontraron dos pescadores flotando en el río Miño, entre los municipios de Toén y Castrelo de Miño, una vez identificado, resultó ser un vecino de la ciudad, Alberto Calviño Lorenzo, de 40 años. Sus padres habían denunciado a las seis de la tarde del pasado 13 de julio su desaparición al no regresar para comer, ni responder a las llamadas de su teléfono móvil, después de salir a dar una vuelta.
La Policía Nacional lo estuvo buscando durante estos días por toda la ciudad e incluso ambas orillas del río pero el rastreo no dio frutos.

El cadáver estaba flotando en un remanso del río a la altura de las localidades de Troncoso (Castrelo de Miño) y Reboreda (Toén) y fue identificado después de que la Guardia Civil contrastará la lista de desaparecidos en las últimas semanas. La Policía Nacional localizaba sobre las 10.30 horas de ayer a su familia para comunicarle la trágica noticia.

El cuerpo sin vida presentaba varias heridas, que según fuentes policiales fueron ocasionadas en el roce y el choque contra las piedras al ser arrastrado por la corriente de agua. Los agentes descartaban ayer que fuera víctima de cualquier acto de violencia y trabajaban con la hipótesis de un posible suicidio.

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