Los extranjeros evitan el desplome del censo en la Ourense

En Ourense conviven un crisol de nacionalidades de distintas partes del mundo. Solo en la ciudad residen 6.506 ourensanos procedentes de 98 países diferentes, 99 contando a los españoles, según los números del censo municipal a fecha 1 de enero de 2020, entre los que destaca el éxodo masivo de venezolanos por la deriva política de su tierra natal, que propicia un aumento de personas censadas en el último año y equilibra, junto al resto de extranjeros, la balanza demográfica, desnivelada por la negativa tasa de crecimiento de los ourensanos.

En la capital de la provincia actualmente viven 106.149 personas, 835 más respecto al año pasado, lo que supone un incremento del 1% de extranjeros sobre la población total ya que, como indican los datos recientes, hay 261 españoles menos censados (entre defunciones y migraciones). La lista de residentes extranjeros,que suman hoy día 6.506, aumenta a casi 1.200 más con respecto al año anterior, debido en gran parte al incremento de ciudadanos llegados del otro lado del Atlántico, sobre todo de venezolanos, brasileños y colombianos. Por la parte de Europa, en el cómputo global de extranjeros la incidencia ha descendido un 3,05%, dejando paso a América Latina, que representa actualmente el 52,79% del total de foráneos de Ourense. Completan la lista de censados África (741), Asia (363) y Oceanía (5), en la que Senegal, Marruecos, China y Australia representan a los principales países "exportadores" de nacionales de estos continentes.

Capital multicultural

En detalle, el ranking de los diez territorios del planeta que aporta mayor número de gente a la estadística ourensana lo encabezan Venezuela (1113), Portugal (723), Rumanía (581), Colombia (537) y Brasil (523), seguidos de cerca por República Dominicana (401), Cuba (346), Marruecos (316), Senegal (253) y China (208). De las 22 nacionalidades de América en la ciudad, 19 corresponden a países latinos. La mayoritaria presencia de estos ourensanos con pasaporte americano está motivada por la larga tradición de emigración gallega iniciada en el siglo XVIII. El continuo flujo de gallegos que se asientan en tierras americanas, sobre todo en Argentina (en Ourense hay censados casi un centenar, 19 más que el año anterior), Uruguay y Cuba explica el incremento, pasando de 2.657 latinos a principios de 2019, a 3.435 en 2020. En estos años, especialmente en los dos últimos, más de 5 millones de personas han dejado Venezuela escapando de la crisis del país, de acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, lo que la convierte en la mayor crisis migratoria de América Latina en la historia reciente. Los venezolanos que eligieron Europa apuntan a España como destino preferido, donde hay 188.735 viviendo, según el INE, de los cuales más de un millar residen en la ciudad de Ourense, donde aumentó su presencia en 325 respecto a 2019. Colombia (+145), Cuba (+91), Brasil (+85) y la República Dominicana (+22) completan el auge migratorio latinoamericano.

Europa, África y Asia

Los europeos, de 33 nacionalidades diferentes, han pasado de 1.711 en 2019 a 1.859 en la actualidad, un incremento de tan solo 148 personas, de las que prácticamente la mitad son de origen portugués (71), en gran parte por la proximidad de Galicia con tierras lusas y los nexos históricos que comparten ambas culturas. Al incremento se suman Rumanía, con 581 habitantes (25 más que en 2019) e Italia con 176 (19 censados más).

Respecto a África, el número de ourensanos con pasaporte de los 20 estados censados sube a 738, 112 más que en 2019, gracias a la mayoritaria aportación de senegaleses (253 en la actualidad, 50 más) y marroquíes (316, 48 más), que suponen prácticamente la totalidad del incremento.

La presencia del continente asiático en la ciudad termal se contabiliza en 365 residentes de 19 nacionalidades orientales, 78 más respecto al año anterior, de los cuales el 56,9 % son de origen chino (208, 11 más), los más numerosos, junto con Filipinas (25, 9 más) y Pakistán (43, 17 más).

Facilitar la integración

La concelleira de Política Social del Concello de Ourense, Eugenia Díaz Abella, recuerda el "deber cívico" de "ser una ciudad abierta", ya que los foráneos "no solo aportan en invertir la tasa", sino que también "son un enriquecimiento cultural" muy importante: "Vivimos en sociedades multiculturales, y nuestra obligación es fomentar la convivencia y facilitar la integración con el resto de ciudadanos, sean de donde sean".

Las nacionalidades

Venezuela (1113 censados) // “Por circunstancias de la vida nos quedamos aquí"

La pareja formada por Nancy Torres y Virgilio Morello llegó hace 5 años y medio a la ciudad. Venían a pasar las vacaciones con unos familiares y vista la inestable situación de su país natal y el buen ambiente de la ciudad, decidieron quedarse.

Vecinos del barrio de O Couto, ambos profesores de universidad jubilados, tenían claro que "la vejez la queríamos pasar en otra situación más cómoda", distinta al panorama actual de su tierra, y vieron en Ourense una oportunidad para "disfrutar de una ciudad agradable, con gente generosa y cercana". Durante su estancia han querido devolver con acciones "la buena acogida" que tuvieron recién llegados, desempeñado labores de voluntariado en la Cruz Roja, cursos de asesoramiento matrimonial y actividades musicales. Virgilio además atiende la oficina de atención para retornados venezolanos, prestando servicios de orientación jurídica, social y laboral a los foráneos que vengan en busca de oportunidades.

Portugal (723 censados) // “Lo que más me atrae de la ciudad es su cercanía"

La historia de João Duarte Silva, natural de la localidad portuguesa de Cascais, es un viaje de ida y vuelta. Diseñador gráfico y guionista, se marchó a Londres en 2009, donde conoció a Olga, su esposa, con la que tuvo un hijo. Ocho años más tarde, en 2017, la pérdida de su trabajo hizo que tomaran la decisión de mudarse a Ourense, donde reside la familia de su mujer.

"Me adapté muy bien a la ciudad. Venía de Londres, donde todo es confusión, desplazamientos largos y masificación (10 millones de habitantes), y cambié a un sitio donde todo está a cinco minutos andando, con mucha menos gente, pero al mismo tiempo con vida en los bares, movimiento en la calle...", explica el luso. Actualmente reside con su familia en Jesús Soria, y trabaja como autónomo de diseño gráfico, asegurando que "la cercanía" y el poder prescindir un poco de la tecnología para "quedar con otra gente inmediatamente" es lo que más le "atrae" de la ciudad, aparte de "la comida y la cultura vinícola".

Rumanía (581 censados) // “La precariedad laboral está bastante extendida"

Puiu Costache llegó en 2007 a Ourense. Sin llevarse nada, dejó Bucarest y se subió a un autobús que recorría Europa, viajando hasta llegar al destino final, que era Galicia. Tras un tiempo en la ciudad, un hombre de Coles lo acogió, y lleva desde esas viviendo en la localidad. Ha trabajado de limpiador, camarero y traductor durante 5 años, y está formado como mediador social y técnico de inmigración. "Lo que más me gusta es la energía de la naturaleza local, que tiene asociadas muchas actividades, como senderismo o las rutas por los bosques y montañas de la zona", explica el rumano, que también destaca el lado negativo de la ciudad: "La precariedad laboral y la explotación están muy extendidas. Me costó bastante adaptarme, porque casi nadie contrataba a extranjeros como primera opción".

Colombia (537 censados) // “Todo lo que he conseguido ha sido a base de trabajo"

Por "casualidades de la vida", Dora Escobar Espinosa terminó en Ourense tras emigrar sola desde Colombia en 1999. "Me adapté muy bien, siempre trabajando, porque nadie me ha regalado nada", explica la hostelera, la cual ha estado ligada toda su vida a este sector, y hace año y tres meses abrió su negocio, el café bar El Rincón, en Travesía Portocarreiro, que de momento va "muy bien, creciendo", además de compartir una empresa de reparto de alimentación y bazar con su marido. La mujer destaca que lo mejor de la ciudad es "la cercanía y tranquilidad" que se respira, "sin el estrés diario constante de las grandes urbes". Lo peor, las "malas actuaciones políticas de los gobernantes".

República Dominicana (401 censados) // “La mayoría de gallegos son muy abiertos y educados"

Cirila Corporán, natural de Santo Domingo, República Dominicana, llegó a la ciudad en 2002 de la mano de su hermana, que insistió en que viniese a Ourense a vivir. Madre de tres hijos, vivió 5 años en Estados Unidos antes de aterrizar en tierras gallegas. "Me puse a trabajar en un matadero de Monforte de Lemos, y después de ahí a trabajar en lo que surgiera", explica la mujer, que destaca las virtudes que le ve a la capital de provincia, que considera su hogar, como son "la gastronomía y el sistema educativo", y también los defectos, contando "el racismo de los mayores y la escasa oferta laboral". Pese a ello, afirma que le "da igual", ya que la mayoría de gallegos son "muy abiertos, extrovertidos y educados", y asegura haber aprendido a "valorarme a mí misma, como persona y mujer".

Senegal (253 censados) // “Mi padre nos preparó para viajar a otros países"

Abdoulaye Niass Diayo llegó a España en el 2000, previo paso por Italia, donde estuvo 5 años. La influencia familiar hizo que dejara el país transalpino y se asentase en Ourense, primero en Verín, donde abrió un locutorio, y más tarde en la ciudad, después de que en la crisis de 2008 uno de sus hermanos decidiese dejar la tienda que regentaba en las galerías de Doctor Fleming. El senegalés hizo el traspaso del local, y más de 10 años después, sigue con su actividad. "Nuestro padre nos preparó para viajar y buscar oportunidades en otros países", explica el comerciante, que destaca el "acogedor" ambiente de la urbe ourensana y la amabilidad de su gente, "un poco distante al conocerte, pero cuando se abre a hablar, todo fluye solo".

Marruecos (316) // "Hay buena integración del pueblo inmigrante"

Mouna Fathallah lleva casi 18 años en Ourense. La mujer de nacionalidad marroquí trabaja como educadora social, y señala que la ciudad, "aún siendo pequeña, ofrece multitud de recursos a la gente que llega, como asociaciones, casas de acogida, lugares donde aprender español o buscar trabajo".

Argentina (95) // "Hicimos nuestra vida aquí, es nuestro hogar"

Silvia Iglesias vino en 2002 a Ourense desde Buenos Aires acompañada de su familia en busca de un futuro mejor para sus hijos. La maestra destaca "la gran acogida de la gente" a su llegada, y afirma no encontrar nada negativo: "es nuestro hogar".