Dos ladrones con la cara cubierta con un pasamontañas y armados con un cuchillo sustrajeron ayer 8.000 euros de la sucursal del Banco Gallego en Ribadavia. El atraco se produjo a las 8.30 horas, cuando la directora acababa de abrir las puertas.
Alrededor de 8.000 euros. Este fue el botín que lograron sustraer ayer dos hombres delgados y 1.75 metros de estatura de la sucursal del Banco Gallego en Ribadavia. El atraco se produjo a las 08.30 horas, cuando la directora acababa de abrir las puertas y se disponía a entrar en las instalaciones.
Los ladrones que, según fuentes de la Guardia Civil, posiblemente la estaban vigilando, aprovecharon para acceder al interior después de cubrirse el rostro con un pasamontañas. Ambos hablaban con acento portugués, explicaron fuentes de la investigación.
A esa hora apenas había vecinos en la calle y uno de los ladrones esgrimió un cuchillo de cocina, que llevaba oculto bajo la chaqueta, con el que intimidó a la directora, al tiempo que pedía todo el dinero que tenía en la sucursal.
La trabajadora siguió sus instrucciones y le entregó los 8.000 euros, que con rapidez metieron en una bolsa y abandonaron el lugar en un coche Renault Megane matrícula de Portugal.
La directora declinó ayer ofrecer detalles del atraco pero, según fuentes de la investigación, podría haber anotado para de la numeración que figuraba en las placas del turismo.
Al lugar acudió de inmediato la Guardia Civil, que blindó las carreteras de la comarca y los pasos fronterizos con el país vecino para localizar el vehículo en que se desplazaban los dos atracadores, aunque la vigilancia aún no habían dado resultado en la noche de ayer. Mientras, la Policía Judicial realizaba una inspección ocular para encontrar hellas que permitan identificar a los ladrones.
El vídeo de seguridad recogió su imagen
La Guardia Civil revisó en la mañana la cinta de la cámara de seguridad que hay a la entrada de la entidad bancaria y comprobó que había grabado a los dos atracadores, pero a ninguno de ellos se le ve el rostro.
Se ve como cruzaron la puerta y los movimientos que hicieron con el cuchillo y el dinero, pero en ningún momento quitaron el pasamontañas, afirmaron fuentes de la investigación.
Los agentes analizan las imágenes y las cruzan con las de otros atracos a entidades bancarias y robos con violencia en domicilios para comprobar si los autores participaron en otros robos y así poder identificarlos.
La Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que los dos atracadores estaban de paso por la provincia e hicieron noche en la comarca de O Riberio para preparar el atraco. Conocían que el Banco Gallego era uno de los pocos que abría las puertas el sábado y quizás ya estaban esperando a la directora desde primera hora, añadieron fuentes de la investigación.
La Guardia Civil alertó del atraco a su homólogos de la Guardia Nacional Republicana portuguesa para que, a través de los datos de la matrícula, se pueda lograr la localización de los dos ladrones y comprobar si participaron en atracos en el país vecino.
Los ladrones que, según fuentes de la Guardia Civil, posiblemente la estaban vigilando, aprovecharon para acceder al interior después de cubrirse el rostro con un pasamontañas. Ambos hablaban con acento portugués, explicaron fuentes de la investigación.
A esa hora apenas había vecinos en la calle y uno de los ladrones esgrimió un cuchillo de cocina, que llevaba oculto bajo la chaqueta, con el que intimidó a la directora, al tiempo que pedía todo el dinero que tenía en la sucursal.
La trabajadora siguió sus instrucciones y le entregó los 8.000 euros, que con rapidez metieron en una bolsa y abandonaron el lugar en un coche Renault Megane matrícula de Portugal.
La directora declinó ayer ofrecer detalles del atraco pero, según fuentes de la investigación, podría haber anotado para de la numeración que figuraba en las placas del turismo.
Al lugar acudió de inmediato la Guardia Civil, que blindó las carreteras de la comarca y los pasos fronterizos con el país vecino para localizar el vehículo en que se desplazaban los dos atracadores, aunque la vigilancia aún no habían dado resultado en la noche de ayer. Mientras, la Policía Judicial realizaba una inspección ocular para encontrar hellas que permitan identificar a los ladrones.
El vídeo de seguridad recogió su imagen
La Guardia Civil revisó en la mañana la cinta de la cámara de seguridad que hay a la entrada de la entidad bancaria y comprobó que había grabado a los dos atracadores, pero a ninguno de ellos se le ve el rostro.
Se ve como cruzaron la puerta y los movimientos que hicieron con el cuchillo y el dinero, pero en ningún momento quitaron el pasamontañas, afirmaron fuentes de la investigación.
Los agentes analizan las imágenes y las cruzan con las de otros atracos a entidades bancarias y robos con violencia en domicilios para comprobar si los autores participaron en otros robos y así poder identificarlos.
La Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que los dos atracadores estaban de paso por la provincia e hicieron noche en la comarca de O Riberio para preparar el atraco. Conocían que el Banco Gallego era uno de los pocos que abría las puertas el sábado y quizás ya estaban esperando a la directora desde primera hora, añadieron fuentes de la investigación.
La Guardia Civil alertó del atraco a su homólogos de la Guardia Nacional Republicana portuguesa para que, a través de los datos de la matrícula, se pueda lograr la localización de los dos ladrones y comprobar si participaron en atracos en el país vecino.
