El Paseo de Ourense permaneció cortada hasta para el servicio de carga y descarga durante la instalación de las luces de Navidad
El reloj de la Navidad aprieta en Ourense y el Paseo lo notó ayer en sus carnes. La milla de oro de la ciudad amaneció invadida por la maquinaria pesada que trabaja a marchas forzadas en la instalación del alumbrado de Navidad que el Concello pretende inaugurar este viernes. Como en días anteriores, la movilidad en esta calle es realmente difícil, perjudicando no solo a viandantes, sino también a los comercios allí instalados.
Pero ayer se sumó otro colectivo a los damnificados: los transportistas, y es que la calle permaneció cortada también para los servicios de carga y descarga, que fueron desviados en un tramo de la calle al impedir su paso hasta siete elevadores y una grúa de forma simultánea.
