Un nuevo ataque a una iglesia de la comarca de Carballiño se producía a finales de la pasada semana. En esta ocasión fue un intento de robo en la iglesia de San Xoán de Ourantes, en Punxín.
Los ladrones, al no poder forzar ninguna de las dos puertas, quemaron por completo la del acceso lateral. Aún así, no pudieron acceder al interior porque hace aproximadamente dos años hubo otro intento de robo y a raíz de eso fue reforzada la puerta con una plancha metálica, que impidió el paso a los intrusos.
La comarca está sufriendo una oleada de robos en las iglesias en las últimas semanas. El más reciente se producía en San Martiño do Lago, en Maside, apoderándose de cinco tallas de Santa Lucía, San Judas Tadeo, San José, San Benito y San Roque, además de dos cálices, un copón y un incensario. También en la parroquia de Vilela, en Punxín, robaron dos copones, un sagrario y un cáliz.
A estos robos hay que añadir otros anteriores como el de an Fiz de Navío y la iglesia de Santa María de Salamonde, ambas en el municipio de San Amaro.
Los ladrones acostumbran a escoger las que están retiradas de los núcleos habitados para perpetrar el delito durante la noche, lo que hace suponer que son los mismos autores.
