Jácome quería que el Ourense CF le ayudase a pagar 34 obras

El gobierno local del Concello sumó ayer un nuevo capítulo a un mandato esperpéntico. El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, reconoció haber sido incapaz de ejecutar en tiempo y forma más de 34 obras que suman 42,75 millones antes de acabar 2022 y que, por lo tanto, no podrá ejecutarlas antes de acabar el mandato. Como no tiene presupuestos actualizados y no puede utilizar el remanente hasta que se complete la liquidación del ejercicio anterior (hacia el mes de abril de 2023), a la desesperada ha intentado firmar un surrealista convenio de cofinanciación con el Ourense Club de Fútbol (una sociedad anónima deportiva completamente ajena a la obra pública) para implicarla en los proyectos y tener un subterfugio que le permitiese poder disponer del dinero. Pero fracasó. UN SURREALISTA CONVENIO Jácome pretendía que el Ourense CF se implicase con unos simbólicos 50 euros por obra (algunas de ellas superan el millón y todas juntas totalizan 42,75 millones) para que se considerasen un gasto con financiación afectada - “aquel que se financia, en todo o en parte, con recursos presupuestarios concretos que en caso de no realizarse no podrían percibirse o si se hubieran percibido deberían reintegrarse a los agentes que los aportaron”. Los técnicos han echado abajo esta posibilidad y el alcalde se vio obligado ayer a reconocer (tras haber pedido la oposición acceso a los expedientes) que desistía de utilizar esta forma de cofinanciación (que por ejemplo, ha utilizado para varias obras con la Diputación, o con los bonos del comercio con asociaciones diversas), muy llamativa, al ser la entidad implicada un equipo de fútbol ajeno a la obra pública. Acorralado por la incapacidad para acometer las inversiones el año pasado (pese a haber aprobado una macro modificación de 62 millones), intentó una triquiñuela con este equipo de fútbol, pero antes lo había intentado con la Asociación de Constructores, sin éxito.El alcalde solicitó la creación de estos proyectos de gasto a finales de diciembre -sabedor que se acababa el presupuesto en vigor y no podría gastar más dinero hasta liquidar las cuentas-. Entonces, recibió informes desfavorables del departamento de Xestión Económica e Orzamentaria y del interventor, lo que le obligó a desistir de la artimaña. SIN ALTERNATIVAS Pese a su amplio equipo de asesores, el alcalde asume que, a tres meses del fin del mandato, tiene las obras prometidas por hacer y que no tendrá dinero para afrontarlas. Una de ellas, la de Avilés de Taramancos, que se acaba de iniciar. Pero también están sin crédito Parque Coto de Canedo (7,5 millones); los nuevos contenedores en superficie y los soterrados, o los más de 5 millones de las reformas de Alejandro Pedrosa y avenida de Portugal. Para desviar la atención, el regidor emitió un comunicado plagado de eufemismos en el que intentó “garantizar” que estas obras que no se pudieron iniciar en 2022 se harán en 2023, aunque reconoce que deberá dotarlas de crédito, al no tener presupuestos (solo aprobó uno este mandato, en 2020). También reconoce que intentó la fórmula de convenio de colaboración con el Ourense CF, pero dice que decidió desistir para hacerlo “de forma directa”. Nada más lejos de la realidad, ya que los decretos firmados por el propio regidor demuestran que se vio obligado a hacerlo al impedírselo los informes técnicos. “CHAPUZAS” Y “MENTIRAS” El PP aseguró que se trata de una “cortina de fume e mentiras” del alcalde, que intenta “tapar con falsidades” su “ineficacia e incapacidade” para ejecutar obras y servicios. “Jácome non desistitiu de asinar a cofinanciación cun clube de fútbol, foron os técnicos os que o fixeron desistir”, señaló la popular Ana Morenza, que se refiere a un “intento desesperado” al verse incapaz de gastar más de 42,5 millones en obras, algunas de ellas por mandato judicial (como la reparación de la plaza pública de la avenida de Marín): “Como é posible que anuncie obras como a de Avilés de Taramancos e ao día seguinte evidencie que non ten cartos para lle pagar á empresa que a executa?”. Desde el PSOE, Natalia González ve “surrealista” intentar firmar un convenio de obras con un club. González, que pidió “acceso urxente” a los expedientes, califica como “unha chapuza administrativa máis” lo sucedido, esta vez “con cómplices dentro do mundo do deporte”. Por su parte, Luis Seara (BNG) recuerda que Jácome es un “auténtico incapaz” y que se demuestra que su séquito de asesores “non son a panacea”. Lo califica como “un goberno da mentira que só se dedica a facer anuncios” y recuerda que ya firmó convenios para poder invertir en obras con la Diputación, un mecanismo que el interventor “cualificou de fraude de lei” y que, apunta Seara, ya utilizcó el gobierno del PP en el anterior mandato. Pepe Araújo (Cs) se limitó a decir que “quero pensar que o do equipo de fútbol é unha errata”.