El alcalde de Ourense suspende temporalmente el teletrabajo en el Concello y promoverá una modificación
El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, sugería ayer que los funcionarios que se acogen a la modalidad del teletrabajo los lunes o los viernes “está claro que o fan para empalmar coa fin de semana ou facer longas as fins de semana” y resulta, en palabras del regidor orensano, “unha tomadura de pelo”. El Concello suspende temporalmente esta modalidad de trabajo y asegura que promoverá una modificación de la ordenanza que lo regula, que tendría que aprobarse en pleno.
Críticas en los sindicatos
No es la primera vez que Jácome critica a los funcionarios acusándolos de no cumplir sus funciones. Manuel Pérez, de CCOO en Ourense, lamenta la decisión y culpa de la “mala xestión” a la administración. El sindicato exigirá el cumplimiento de la ordenanza y pide al alcalde que no suspenda ninguna autorización mientras no se modifique la normativa. “Jácome miente, los funcionarios no son los que deciden teletrabajar, el jefe de servicio es el que organiza la oficina”. De hecho, Pérez recuerda que el alcalde es el máximo responsable del área de Personal.
Alrededor de 130 personas tienen en la actualidad autorización para teletrabajar, según datos aportados por el Concello que en los sindicatos desconocen porque “falta transparencia”. Con todo, hay más de 600 trabajadores en la Casa Consistorial, por tanto, apenas el 20% se acogen a esta modalidad. Según el gobierno municipal, en los próximos días les será notificada la suspensión temporal de este permiso.
"Intuía que non era boa"
“En campaña electoral entoei o mea culpa e dixen que o maior erro como alcalde de 2019 a 2023 foi levar a pleno a ordenanza de teletraballo”, señala Pérez Jácome, que aunque la normativa se aprobó por unanimidad, “eu xa intuía que non era boa, e lamento ter acertado”. Así, inicia los trámites para hacer una ordenanza “moito máis obxectiva, práctica e funcional”.
Para el alcalde hay dos razones para proceder a la suspensión del teletrabajo. La primera es “a reorganización no novo mandato” en el Concello de Ourense, que requiere de la “presencia física” del personal municipal, en la que “non podemos estar a expensas do teletraballo”. La segunda es que “hai un atraso de expedientes que non podemos tolerar”.
El regidor ourensano cree que la modificación de la ordenanza de teletrabajo “vai mellorar totalmente a funcionalidade do Concello”, que seguirá “a tendencia que segue a Xunta de Galicia, e as que se seguen en Europa e Estados Unidos, onde realmente hai una redución do teletraballo”.
