El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, lleva meses intentando recuperar los 2.800 euros de más que cobraba cuando en su grupo municipal de DO había siete ediles. Ahora quedan tres, tras la marcha de los críticos que lo denunciaron. Hoy, tras un acuerdo con el PP, llevaba a pleno la ansiada modificación de las asignaciones a los grupos, que le permitiría cobrar de nuevo como si tuviese siete concejales (de forma retroactiva al 1 de enero) y así ganar 84.000 euros extra hasta el final de mandato. Sin embargo, el tiro le ha salido, de nuevo, por la culata, al anunciar PSOE, BNG y no adscritos que votarían en contra (son mayoría, con 15 ediles).
Tras este revés, el regidor no ha querido quedarse quieto e intentó ayer evitar a toda costa que se debatiese la cuestión que él mismo propuso. Para ello, maniobró para que el PSOE solicitase hoy la retirada de esta modificación propuesta por él (con el PP como apoyo), para así evitarse el mal trago de debatirla en el pleno y que le saquen los colores por su investigación judicial sobre el manejo de fondos. Los socialistas no cedieron y tuvo que ser el PP el que anunciase que pediría la retirada del punto del orden del día, esgrimiendo la portavoz popular, Flora Moure, que es “inorportuno” el momento de llevar esta moción y que hay “confusión” en la opinión pública entre las asignaciones a los grupos y el destino que se hace de ellos.
Pero el problema es que PP y DO carecen de mayoría para retirar del orden del día este intento de que el “transfuguismo” no afecte a los grupos políticos (en la práctica, DO sería el que pasaría a cobrar más). Si PSOE, BNG y no adscritos se oponen a su retirada hoy, como así parece, habrá que debatirla y sacarle los colores al regidor en su intento de cobrar más dinero en plena investigación sobre lo que hace con lo ya recibido.
Jornada caliente
Todo este mejunje provocó que el alcalde quisiese tomar represalias. Y para ello, a última hora de la mañana de ayer firmaba el cese fulminante de un trabajador eventual del PSOE. Los grupos negocian al empezar el mandato los trabajadores eventuales que tendrán en función de su representación. Los socialistas empezaron con dos pero, tras una negociación con Jácome hace unos meses, consiguieron que se les asignase un tercer trabajador, José Manuel Rego, en calidad de auxiliar político, ayer cesado por Jácome, en venganza por el bloqueo socialista a su intención de cobrar más en DO y, después, tras no ceder el PSOE a las pretensiones del alcalde de que fueran estos los que pedían la retirada del punto del orden del día.
Un verdadero galimatías que simplemente esconde el interés del alcalde por intentar percibir más dinero para las arcas de su grupo -el destino de este dinero está siendo ahora investigado y provocó una querella de la Fiscalía- y la capacidad que tiene para ejecutar represalias a quien ose jugar con los fondos que considera que son para DO. Alguien, en algún pleno, llegó a decir que este mandato se podría asemejar, cinematográficamente, a algo así como “Todo por la pasta”. No parecía muy desacertada la comparación.
