José Blanco: “Galicia es la primera comunidad del norte con AVE y debe aprovecharlo”

El AVE llegó a Ourense y, por extensión, a Galicia, el 21 de diciembre de 2021. Esta infraestructura, la que más recursos ha movilizado en la historia de España -más de 11.000 millones de euros-, ha sido posible gracias a figuras como el exministro de Fomento y socio fundador de Acento, José Blanco, que fue el protagonista del Foro La Región celebrado ayer, a las 13,15 horas, en el restaurante A Carballeira de Santa Cruz, en Ourense. El ponente fue presentado por el presidente del grupo Nortempo, Bartolomé Pidal, un profesional que conoce a Blanco desde hace más de 40 años y que le definió como “un político rentable definido por la pasión”. “Políticos como él, que son capaces de hacer que las cosas sucedan, hacen ver que esos puestos no están sobrepagados”, argumentó.

El conferenciante comenzó su intervención reconociendo su agradecimiento “por haber contribuido a realizar sueños y a cambiar la historia de una Galicia que estaba lejos y siempre llegaba tarde”. Además, añadió que el hecho de “ser la primera comunidad del norte de España en tener alta velocidad supone una oportunidad para su desarrollo y podría convertir a Galicia en el motor” de este territorio. Recordó también que “fueron muchos los que cuestionaron el desarrollo de esta infraestructura”, amparándose en la falta de rentabilidad económica. A estos que no querían el AVE gallego, Blanco les contesta que “es una cuestión de lógica social”.

También se paró el ex ministro a recordar las grandes dificultades que entraña llevar a cabo una obra de tal calado. El principal, además de las críticas políticas, es la orografía. Como ejemplo, Blanco nombró el tramo que une Pedralba y Ourense, que cuenta en su trazado con “cerca de una treintena de túneles y otros tantos viaductos”. Otra decisión importante tomada durante su etapa al frente de Fomento tuvo que ver con el tramo Lubián-Ourense, en el que decidieron independizar el trazado de la vía de servicio existente por dos motivos: el primero, para que se pudiese circular a más de 300 km/h, y el segundo, para no cortar la línea ferroviaria en el transcurso de las obras.

CONSENSO POLÍTICO

Para el ex ministro Blanco, una obra “de esta magnitud merecía un acuerdo que lo mantuviese a salvo de los vaivenes políticos”. Parte de este blindaje lo aportó la licitación de cerca de 5.000 millones de euros “en tiempo récord y en una época en la que la Unión Europea amenazaba con intervenir a España por la grave crisis económica que pasaba el país”. Otro punto clave de esta protección fue lo que se conoció como Pacto del Obradoiro, firmado en 2009 por el expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el propio Blanco. “Ambos hablamos de Galicia por encima de cualquier otro interés, que, aunque fuese lícito, no era tan prioritario”.

Principales ventajas

El conferenciante hizo también un relatorio de las principales ventajas que esta infraestructuras traerá a Galicia: aumento de la movilidad; crecimiento de la competencia y la competitividad; mejora de la calidad de los servicios y mejora de la competitividad de los precios. También conseguirá atraer a empresas de otras zonas y mejorará las posibilidades competitivas de las empresas gallegas respecto a su competencia de ciudades mayores. Además, atraerá turismo e incluso podría “invertir la tendencia demográfica que vive Ourense”. Por último, dinamizará el mercado inmobiliario. “Hay infinidad de argumentos para entender que el AVE es una infraestructura revolucionaria”, sentenció.

Retos pendientes

Pero la llegada de la alta velocidad no puede obnubilar a administraciones y empresas. Blanco también repasó los retos que sigue teniendo Galicia en relación al transporte. En primer lugar, subrayó la importancia de “mejorar las conexiones con Lugo, tanto a nivel ferroviario como las autovías que unen esta ciudad con Ourense y con Santiago”. En este sentido, recordó el “compromiso personal” que tiene la actual secretaria de Estado de Transporte, Isabel Pardo de Vera, con estas conexiones. Para Blanco, otra infraestructura clave es la salida sur de Vigo hacia Oporto, “un proyecto que ya tenía asignados fondos europeos y que Portugal paralizó en 2010 al no considerarlo prioritario”. Como ejemplo del desarrollo que aportan las comunicaciones, el ponente hizo mención a su localidad natal, Palas de Rei, “a la que no habría llegado la fábrica de fibras de la multinacional lusa Altri si no se hubiera planificado que la autovía pasase cerca de allí”.

A-76, prioridad

Otra infraestructura a la que hizo mención Blanco, esta vez por una pregunta del público, fue la A-76. El exministro, en cuyo mandato se produjo la paralización de esta obra, recordó que “no todo se puede desarrollar a la vez y hay que priorizar ciertas obras por encima de otras”, pero insistió en que “esta infraestructura necesita un empujón y debe ser una de las prioridades del Estado en la provincia”. La A-56 fue otra de las afectadas por la crisis. El ponente narró cómo se enteró del ajuste presupuestario de 4.000 millones en su Ministerio. “Estaba cenando con un empresario y al principio de la cena el ajuste era de 2.000 millones. A su finalización, era de 4.000”, explicó. Con todo, reiteró que “me gustaría que estuviese más avanzada, pero entiendo que haya otras prioridades”.

Intermodal

También tuvo tiempo el exministro de referirse a la estación intermodal de Ourense. Por una parte, se defendió cuando se le preguntó por una falta de previsión de estas instalaciones, indicando que “me reuní con los alcaldes de todas las ciudades para hablar sobre estas obras”. Pero por otra parte, volvió a hacer mención a la “crisis de caballo” que azotó España a principios de los 2010. Para zanjar este tema, insistió en que “a mí me hubiera gustado que el proyecto se desarrollase como nosotros lo planteamos.

“Me hubiera gustado un bipartidismo más fuerte”

José Blanco también tuvo tiempo para tratar temas más allá del AVE. A preguntas del público, el exministro manifestó que, personalmente, le hubiera gustado “un bipartidismo con más fortaleza”. Sobre este tema, Blanco argumentó su idea con que “ya hemos tenido una dosis suficiente de multipartidismo que, con todo respeto, no ha sido lo mejor para España”. Por esto, hizo un llamamiento a las dos grandes fuerzas políticas, PP y PSOE, para “el entendimiento”. “Debe haber diálogo para desbloquear asuntos que nunca debieron estar bloqueados. Y hay que señalar que acordar no significa no ser alternativa”, abundó.

“Si algo tengo claro, y no porque tenga información, es que el presidente del Gobierno desea, y creo que es bueno para España, afrontar el semestre de presidencia europea del próximo año que empieza en el mes de junio”, recordó, para completar esta afirmación con una predicción de cuándo se celebrarán las elecciones generales: “Creo que serán a finales del próximo año”.

También tuvo tiempo para anunciar su pronóstico para las elecciones andaluzas. En este sentido tiró de brevedad y anunció que “las encuestas se van a equivocar y va a haber una sorpresa”. Sobre los sondeos y acerca de la “volatilidad” del mundo actual, hizo mención a las elecciones de Castilla y León. “Mañueco convocó las elecciones para gobernar en solitario y deshacerse de Ciudadanos. Al final, lo único que hizo fue cambiar a Cs por Vox”. A Mañueco “las encuestas le pronosticaban un resultado que al final no ocurrió”.

El último de los temas abordados fuera del AVE fue su relación con Alberto Núñez Feijóo. Blanco reconoció que le llamó cuando fue nombrado presidente del PP a nivel nacional. “Tenemos una muy buena relación. Hace poco coincidimos en la Feira do Cocido de Lalín y compartimos una jornada”, concluyó.