Ultima su doctorado sobre la valoración y generación de los recursos en personas con hemodiálisis. José Luis Santos, ourensano de 30 años y licenciado en Psicología, ha estado desde siempre ligado a colectivos sociales y oenegés. Desde hace 3 años, trabaja en los centros que la Fundación Renal Iñigo Álvarez de Toledo tiene repartidos por Ourense.
¿En qué consiste el trabajo que realiza la Fundación?
Se trata de atender y de ofrecer una asistencia médica, clínica y humana a las personas que tienen alguna deficiencia renal. Por eso intentamos, en la medida de lo posible, asegurar y mejorar el tratamiento de su dolencia. Por otro lado, la fundación desarrolla programas de colaboración internacional y de ayuda a países en vías de desarrollo, donde contribuimos dando asistencia o formación educativa.
¿Cómo llegó a incorporarse después de terminar sus estudios de Psicología?
En el 2005 trabajaba en la asociación Alcer Ourense, donde entré en contacto con muchas personas con insuficiencia renal crónica o en diálisis. Hasta entonces, nunca había oído hablar de esta enfermedad, así que de entrada me costó un tiempo adaptarme. No será hasta el 2006 cuando entro en contacto con la FRIAT. Desde entonces, me he centrado en la psicología de intervención social y, más concretamente, en las áreas de discapacidad y dependencia, y aquí incluyo también los objetivos de calidad certificados por la Asociación Española de Normalización y Certifica ción, conocida como Aenor.
¿Qué características personales y clínicas tienen las personas que atienden?
Todos padecen alguna insuficiencia renal crónica, que representan un grupo de influencia con una condición social derivada, en buena parte, de las consecuencias de su enfermedad, lo que les ocasiona un cambio de vida de considerable magnitud. Por tanto, son personas que tienen una enfermedad física y que les limita en menor o mayor grado a la hora de hacer una vida normal; y por supuesto cada persona afronta de diferente manera todo ese proceso de enfermedad, y es en ese punto donde se podrá intervenir para mostrar las estrategias lo más adaptativa posible.
Pero esas condiciones de las que habla dependerán de cada paciente ¿no? Por supuesto; cada persona afronta de manera diferente toda su enfermedad, y es en este punto donde se podrá intervenir para mostrarles estrategias lo más adaptativas y positivas posibles. Por eso, el apoyo psicológico y social hacia ellos estará dirigido a potenciar todas sus capacidades. Aquí entra desde la atención directa, el asesoramiento, pasando por la organización de actividades educativas, hasta la investigación en sentido estricto.
Entonces, ¿cuáles son los pilares en los que se sustenta el trabajo que reliza en la entidad?
Se encuadran en distintas áreas de la intervención social. Además, lo concibo como una acción mediadora entre los usuarios y las estructuras institucionales de las que dependen, sean los servicios sociales, de salud o los educativos. A través del diálogo continuado con la gente, soy consciente de la problemática social en algunos casos y trato de informar y asesorar a la per sona, a su familia o cuidador. En todo este proceso es fundamental el trato con otros profesionales, sanitarios o sociales.
En su opinión, ¿España está a la altura de otros países en la investigación de la hemodiálisis?
A nivel social, hay bastante escasez de estudios y bibliografía disponibles si la comparamos con otras enfermedades. Un factor al que convendría apoyar en mayor medida por la sociedad es la inserción laboral de personas en diálisis y en edad de trabajar. Pero no sólo a través de medidas compensatorias de la Seguridad Social, también mediante la inserción. La propia FRIAT, en Madrid, dispone de un centro de empleo especial, con una lavandería en la que trabajan 12 personas, en diálisis o con algún trasplante.
La Fundación tiene tres centros en Ourense
La Fundación Renal Iñigo Álvarez de Toledo está presente en la provincia de Ourense, donde cuenta con tres centros de hemodiálisis, de los cuatro que tiene en funcionamiento en la Comunidad. Uno en Vigo (el de Os Carballos); el de Santa María, en la ciudad de Ourense, Os Salgueiros, en Verín, y otro en O Barco de Valdeorras. En estos momentos, el equipo médico de la fundación atiende a 117 pacientes, 34 mujeres y 83 hombres, con una media de edad de 67 años. Todos padecían algún tipo de obesidad, diabetes o arteriosclerosis, lo que les originó los problemas renales. Para el tratamiento, existe la opción para que los pacientes pueden recibir en sus domicilios las sesiones de diálisis. Si se habla del éxito para curar a los enfermos, tanto en Europa como en España, los médicos afirman que la mortalidad es menor que en Estados Unidos, y lo mismo con la tasa de trasplantes. En España, esta cifra es muy superior a la de otros países en Europa.
EL PERFIL
t José Luis Santos se licenció en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela, y cuenta con un máster en Dependencia y Gestión de Servicios Sociales.
t En el 2005 comienza a colaborar con la asociación Alcer de Ourense; un año después pasa al equipo de la Fundación Iñigo Álvarez de Toledo.
Se trata de atender y de ofrecer una asistencia médica, clínica y humana a las personas que tienen alguna deficiencia renal. Por eso intentamos, en la medida de lo posible, asegurar y mejorar el tratamiento de su dolencia. Por otro lado, la fundación desarrolla programas de colaboración internacional y de ayuda a países en vías de desarrollo, donde contribuimos dando asistencia o formación educativa.
¿Cómo llegó a incorporarse después de terminar sus estudios de Psicología?
En el 2005 trabajaba en la asociación Alcer Ourense, donde entré en contacto con muchas personas con insuficiencia renal crónica o en diálisis. Hasta entonces, nunca había oído hablar de esta enfermedad, así que de entrada me costó un tiempo adaptarme. No será hasta el 2006 cuando entro en contacto con la FRIAT. Desde entonces, me he centrado en la psicología de intervención social y, más concretamente, en las áreas de discapacidad y dependencia, y aquí incluyo también los objetivos de calidad certificados por la Asociación Española de Normalización y Certifica ción, conocida como Aenor.
¿Qué características personales y clínicas tienen las personas que atienden?
Todos padecen alguna insuficiencia renal crónica, que representan un grupo de influencia con una condición social derivada, en buena parte, de las consecuencias de su enfermedad, lo que les ocasiona un cambio de vida de considerable magnitud. Por tanto, son personas que tienen una enfermedad física y que les limita en menor o mayor grado a la hora de hacer una vida normal; y por supuesto cada persona afronta de diferente manera todo ese proceso de enfermedad, y es en ese punto donde se podrá intervenir para mostrar las estrategias lo más adaptativa posible.
Pero esas condiciones de las que habla dependerán de cada paciente ¿no? Por supuesto; cada persona afronta de manera diferente toda su enfermedad, y es en este punto donde se podrá intervenir para mostrarles estrategias lo más adaptativas y positivas posibles. Por eso, el apoyo psicológico y social hacia ellos estará dirigido a potenciar todas sus capacidades. Aquí entra desde la atención directa, el asesoramiento, pasando por la organización de actividades educativas, hasta la investigación en sentido estricto.
Entonces, ¿cuáles son los pilares en los que se sustenta el trabajo que reliza en la entidad?
Se encuadran en distintas áreas de la intervención social. Además, lo concibo como una acción mediadora entre los usuarios y las estructuras institucionales de las que dependen, sean los servicios sociales, de salud o los educativos. A través del diálogo continuado con la gente, soy consciente de la problemática social en algunos casos y trato de informar y asesorar a la per sona, a su familia o cuidador. En todo este proceso es fundamental el trato con otros profesionales, sanitarios o sociales.
En su opinión, ¿España está a la altura de otros países en la investigación de la hemodiálisis?
A nivel social, hay bastante escasez de estudios y bibliografía disponibles si la comparamos con otras enfermedades. Un factor al que convendría apoyar en mayor medida por la sociedad es la inserción laboral de personas en diálisis y en edad de trabajar. Pero no sólo a través de medidas compensatorias de la Seguridad Social, también mediante la inserción. La propia FRIAT, en Madrid, dispone de un centro de empleo especial, con una lavandería en la que trabajan 12 personas, en diálisis o con algún trasplante.
La Fundación tiene tres centros en Ourense
La Fundación Renal Iñigo Álvarez de Toledo está presente en la provincia de Ourense, donde cuenta con tres centros de hemodiálisis, de los cuatro que tiene en funcionamiento en la Comunidad. Uno en Vigo (el de Os Carballos); el de Santa María, en la ciudad de Ourense, Os Salgueiros, en Verín, y otro en O Barco de Valdeorras. En estos momentos, el equipo médico de la fundación atiende a 117 pacientes, 34 mujeres y 83 hombres, con una media de edad de 67 años. Todos padecían algún tipo de obesidad, diabetes o arteriosclerosis, lo que les originó los problemas renales. Para el tratamiento, existe la opción para que los pacientes pueden recibir en sus domicilios las sesiones de diálisis. Si se habla del éxito para curar a los enfermos, tanto en Europa como en España, los médicos afirman que la mortalidad es menor que en Estados Unidos, y lo mismo con la tasa de trasplantes. En España, esta cifra es muy superior a la de otros países en Europa.
EL PERFIL
t José Luis Santos se licenció en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela, y cuenta con un máster en Dependencia y Gestión de Servicios Sociales.
t En el 2005 comienza a colaborar con la asociación Alcer de Ourense; un año después pasa al equipo de la Fundación Iñigo Álvarez de Toledo.
