OURENSE NO TEMPO

José, el patriarca de los Pacheco

photo_camera El estudio de fotografía de los Pacheco

Cualquier intento de recuperar la historia fotográfica de Ourense, pasa por recordar el estudio de la familia Pacheco

Sacar a la luz una colección como la de "Ourense - Imágenes del Ayer", necesita del esfuerzo y colaboración de muchas personas; todos son necesarios, y todos merecen un reconocimiento; sin embargo me vais a permitir que tenga una deferencia adicional con dos personajes que supongo coincidiréis conmigo en que se lo merecen, ya que son quienes más fotografías han aportado a la colección. Cualquier intento de recuperar la historia fotográfica de Ourense, pasa por recordar el estudio de la familia Pacheco.

El origen de la saga se remonta a finales del siglo XIX (aprox. 1880), cuando el ciudadano portugués José Pacheco Guedes (ese es el orden de los apellidos de don José que figura en un certificado de inscripción en el Consulado de Portugal del año 44 facilitado por su nieta Esther) decide instalarse en nuestra ciudad con intenciones de desarrollar sus habilidades en el arte de la fotografía.

No iba a ser el primer profesional en aparecer por nuestra tierra; cerca de una veintena le precedieron, muchos solamente de manera ocasional como el pontevedrés Gervasio Alonso Montenegro, Don José Saliquet o el italiano Patricio Bocconi; otros de manera más estable, como Pedro Varela o el confirmado como ourensano Francisco Prieto Losada, quien consta como primer fotógrafo con estudio profesional en la ciudad (Pelayo, 20). Pero centremos nuestra atención en el maestro José Pacheco. Dando por correcta la fecha de su nacimiento en 1862, llegaría a estas tierras con 18 años, y una buena formación cultural, que para aquellos años podría suponerse incluso alta (la escritura de José y su hermano Jaime denotan su paso por alguna escuela). Al mismo tiempo, se cree que ya tenía conocimientos previos del arte fotográfico a su llegada a nuestra provincia, aunque podrían haberlos ampliado con algún profesional en nuestra Auria.

En aquellos años de finales del XIX, nos consta la presencia de Eugenio Mora, el vasco Pablo Garita y el gallego Julián López Sardina, así como la de Conrado Tome junto a Ramón Santamaría, y a pesar de tener muy poca información, se sabe que José Martino era el fotógrafo que en aquellos años trabajaba para la Comisión Provincial de Monumentos. Es fácil pesar que en aquellos tiempos podría ser excesivo el número de profesionales ofertando sus servicios, lo cual llevo a don José Pacheco a dedicarse a visitar las villas buscando su clientela.

Recorriendo esas populosas villas de Celanova, Bande, Ribadavia, Carballiño, etc, realizaba fotos de bodas, fiestas populares o simplemente reuniones de amigos, obteniendo mejores ingresos que muchos de sus competidores. En uno de esos viajes conoció en la villa de Ribadavia a la que fue su mujer, Julia Bautista Martínez.

Don José empieza a pensar en asentarse para poder crear una familia, y como primer paso se asocia con Conrado Tome en el estudio que había sido de Prieto en la calle Pelayo, 20 (1889). Al poco tiempo, entre los dos abren otro estudio, en Alba, 18 (Cardenal Quiroga).

Es en torno a 1896 cuando lo encontramos en Alba, 13, estudio que había sido del vascongado Pablo Garitaonandia (hoy en día sede de la más antigua saga fotográfica de Ourense, los Schreck). Y por fin a partir de 1899 podemos afirmar que se instala en su estudio definitivo de calle del Alba, 9.

Durante todo este tiempo simultanea su actividad en el estudio y continuos desplazamientos a las villas, en los que la calidad de sus trabajos va labrando una merecida fama, al tiempo que permite que sus hijos José (1902) y Augusto (1908) vayan adquiriendo conocimientos y destreza con las cámaras. Esos años son también los más prolíficos en cuanto a su actividad formadora, pasando por el estudio su hermano Jaime, Luis Ksado (con quien le uniría una gran amistad de por vida), los Xesta, Dopazo y un gran número de profesionales que se dedicaron tanto a la fotografía como al retoque.

Poco a poco el maestro se centra en la fotografía de estudio, y deja en manos de alumnos, amigos e hijos el trabajo de calle. José y sobre todo Augusto serán los encargados de esos trabajos, aunque antes de que estos alcancen la preparación necesaria, es su amigo Luis Xesta quien se encargara de realizar las fotos que se le piden desde revistas nacionales y las fotos de grupos en el exterior.

Antes de que eso ocurriera, finales de la primera década del siglo XX, la inmensa mayoría de las fotografías de calles y casas de la ciudad de Ourense, se las debemos al maestro José Pacheco.

A pesar de contar con la imprescindible colaboración de Esther y Augusto Pacheco (nietos de Don José) permitidme que no entre a dar datos sobre la fecha real de llegada de don José, ni siquiera de cuál era el orden de sus apellidos. El tiempo transcurrido, la laxitud de la burocracia en aquellos tiempos, incluso la diferencia de costumbres que en el país vecino se siguen con los apellidos, no facilitan en nada conocer la veracidad de esos datos. A su llegada en el XIX, lo más probable es que fuera José de Sousa Guedes Pacheco.

A modo anecdótico facilito los datos que aporta la documentación facilitada por la familia, relativa a la inscripción en el consulado portugués en Ourense, allá por el año 1944. Figura como: José Pacheco Guedes, hijo de Lourenco Pacheco y Ana María Guedes, nacido el 28 de abril 1872 en Freixo da Espada a Cinta, distrito admtvo. de Braganza. De profesión fotógrafo, llegado a España en el año 1900. Su anterior inscripción consular data del año 1917.



Dudas

La mayoría de los datos son en base a indicios, comentarios de sus descendientes y la consulta de la escasa documentación existente. Con lo cual su veracidad está pendiente de una deseable confirmación documental.

No doy validez a la de llegada en 1900, por existir documentación anterior a ese año que lo sitúa en Ourense, y si se me permite pondré también en duda la fecha de nacimiento de 1872, ya que 1888 está confirmada su presencia y trabajo en Ourense, lo que llevaría a pensar en que con dieciséis años ya llevaba tiempo trabajando; de hecho, su nieto Augusto Guedes de Castro da la fecha de 1862 como la correcta.

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