Cuatro de los cinco detenidos en el marco de la operación 'Aleta' -con la que se destapó una supuesta trama dedicada a simular accidentes de tráfico para estafar a las aseguradoras- quedaron ayer en libertad con cargos después de declarar en el Juzgado de Trives.
El quinto de los imputados, Santos A.G., de 45 años, ingresó en prisión sin fianza a la una y media de la madrugada después de una larga declaración. Durante la misma, según fuentes de la investigación, el propietario de Automóviles Santos, cuyo negocio está emplazado en la localidad de A Valenzá (Barbadás), habría reconocido parte de los hechos que se le imputan, tratando de exculpar a los otros implicados, y en especial a su mujer, María D.S., de 43 años.
Su ingreso en la cárcel de Pereiro de Aguiar se consumó bajo la imputación de los delitos de estafa continuada, simulación de delito y usurpación de estado civil. Los otros cuatro implicados (María P.A., secretaria del negocio, de 41 años, los trabajadores Carlos F.L., de 31 años, y Yago G.S., de 38, y la mujer del supuesto cabecilla) pese a quedar en libertad, estarían imputados como coautores. Se calcula que las estafas ascienden a un millón de euros.
La Guardia Civil les atribuye varios modos de actuar. Aprovechaban la actividad industrial para simular salidas de coche de la calzada, atropellos de animales y colisiones contra muros y terraplenes. Para ello, trasladaban al lugar del accidente coches con piezas dañadas en sustitución de las que estaban en buen estado con el objetivo de que los peritos tasaran siempre a la alta los daños. Otras veces simulaban choques entre vehículos en cualquier carretera del territorio nacional, utilizando conductores integrados en la organización o denunciando que habían sufrido un accidente contra otro conductor ajeno a la trama, pero del que conseguían su identidad (nombre, domicilio, datos de su coche y póliza de seguro) a través de los registros mercantiles.
Su ingreso en la cárcel de Pereiro de Aguiar se consumó bajo la imputación de los delitos de estafa continuada, simulación de delito y usurpación de estado civil. Los otros cuatro implicados (María P.A., secretaria del negocio, de 41 años, los trabajadores Carlos F.L., de 31 años, y Yago G.S., de 38, y la mujer del supuesto cabecilla) pese a quedar en libertad, estarían imputados como coautores. Se calcula que las estafas ascienden a un millón de euros.
La Guardia Civil les atribuye varios modos de actuar. Aprovechaban la actividad industrial para simular salidas de coche de la calzada, atropellos de animales y colisiones contra muros y terraplenes. Para ello, trasladaban al lugar del accidente coches con piezas dañadas en sustitución de las que estaban en buen estado con el objetivo de que los peritos tasaran siempre a la alta los daños. Otras veces simulaban choques entre vehículos en cualquier carretera del territorio nacional, utilizando conductores integrados en la organización o denunciando que habían sufrido un accidente contra otro conductor ajeno a la trama, pero del que conseguían su identidad (nombre, domicilio, datos de su coche y póliza de seguro) a través de los registros mercantiles.
