TRIBUNALES

A juicio por dejar morir 41 reses en la granja del horror de Barbadás

El interior de la nave cuando entró el Seprona.
photo_camera El interior de la nave cuando entró el Seprona.
La fiscal reclama un año y medio de cárcel para el ganadero, que había recibido ayudas públicas 

El joven ganadero Agustín M.B. , de 29 años, se enfrenta a una petición de 18 meses de prisión y cuatro años de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales así como la tenencia de los mismos. La fiscal lo acusa de maltrato  continuado por dejar morir a 41 reses en su explotación de A Lama (San Lourenzo de Piñor), en el concello de Barbadás.

Este caso, que será juzgado en el Penal 1 el próximo mes de enero, se hizo público en marzo de 2018 cuando el día 26 los agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) acudieron a la granja, alertados por los vecinos del olor putrefacto que procedía de las instalaciones. Además, los cuatro perros que había en la explotación, y que se alimentaban de los restos de los animales, estaban abandonados y vagaban por el pueblo en busca de comida.


Cadáveres esparcidos


En las inmediaciones de la entrada de la nave, una res caprina muerta en estado de descomposición ya permitió a los agentes anticipar el horror con el que se iban a topar. En el interior, tal como consta en el atestado, había huesos y pellejos esparcidos por toda la instalación: hasta 38 esqueletos y cráneos de pequeños rumiantes, ovinos y caprinos. Además, en el remolque de un tractor había otros dos cadáveres en estado de descomposición. La explotación tuvo que ser descontaminada por Protección Civil de Barbadás por las pésimas condiciones de salubridad. Hasta tuvieron que utilizar trajes de protección biológica y equipos de respiración autónoma para hacer frente al olor nauseabundo y los gases de la descomposición de los cadáveres.

El propietario de las reses, según dio a conocer la Guardia Civil en ese momento, había recibido una subvención de 22.000 euros dentro de las ayudas públicas destinadas a la incorporación de jóvenes a la actividad agraria.

La Fiscalía sostiene que “el acusado, de manera injustificada y desde finales de enero de 2018, dejó de prestar el sustento necesario para las reses”. El Seprona hizo constar en su informe que las granja carecía de comederos y bebederos para que los animales pudieran alimentarse. Según esa versión, los privó de comida, haciendo constar el estado de abandono de la nave, dejando la cabaña ganadera a su suerte: con las ventana rotas y sin vallar la finca, lo que facilitó el acceso a perros y roedores. En total, esta situación determinó que fallecieran hasta 41 reses, según los cálculos de los investigadores. 

La retirada de los restos óseos y recogida de los cadáveres fue asumida por una empresa especializada al mismo tiempo que Protección Civil de Barbadás tuvo que emplearse a fondo para desinfectar el espacio y evitar que la contaminación por la putrefacción se trasladara a la capa freática. 


Quince casos al año en los juzgados ourensanos


Los delitos de maltrato a animales domésticos, dentro de la sección de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía de Ourense, son  los más numerosos tras las diligencias por incendios forestales. El 2018, el último año computado, se instruyeron 15 procedimientos. Un año antes habían sido 14 mientras que en 2016 se denunciaron 11 casos y 17 en 2015.

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