A juicio por un doble atropello en la ciudad, por exceso de velocidad

Los desmanes al volante por excesos de velocidad en la ciudad, la única de toda Galicia en donde no hay controles por radar, llegaron ayer a juicio ya que el conductor, según dijo la fiscal en la vista oral, arrolló en un paso de peatones a una madre que llevaba a su hijo de dos años en brazos.
El accidente, que derivó en una acusación por un delito de imprudencia grave, ocurrió el 17 de marzo de 2012, sobre las cinco y veinte de la tarde. El inculpado, Manuel M.D., de 61 años, circulaba por la calle Peña Trevinca. Según la fiscal, 'de forma negligente y descuidada, a una velocidad superior a la permitida de 50 kilómetros por hora'. Pese a tratarse de un tramo recto y con buena visibilidad, arrolló, según el atestado de la policía local, a una madre y a su hijo de corta edad, logrando desplazarlos 10,90 metros hasta que quedaron tendidos sobre la calzada.

La peor parada en el atropello fue la madre, Laura I.P., quien sufrió una traumatismo en la muñeca, rodilla y cadera izquierda para cuya curación requirió varia asistencia facultativas, con necesidad de seguir un tratamiento médico (estuvo incapacitada para su trabajo durante 60 días), aunque también le quedaron secuelas.

El niño precisó una asistencia médica y sufrió, a consecuencia del accidente, síndrome de estrés postraumático en grado mínimo.

La fiscal pidió tres meses de prisión y 6.432 euros para la madre y 826 para el niño.

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