TEMPORAL

Las lluvias regresarán después de un día de tregua

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photo_camera Los troncos y ramas que dejó ver el río Sil a su paso por O Barco tras bajar de nivel.

Los niveles de los ríos Miño, Avia y Sil bajaron, dejando ver los destrozos causados en las riadas 

Los caudales de los ríos bajaron de nivel en la jornada de ayer debido a la pequeña tregua que dio la lluvia a lo largo del día, en el que las nubes se alternaron con pasajeros cielos despejados. Pero las precipitaciones locamente fuertes regresan en la noche y madrugada de hoy por la influencia de una borrasca activa que se acerca progresivamente desde el Atlántico.

Desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil aseguran que, de acuerdo con el informe de previsión meteorológica, "se esperan precipitaciones significativamente altas en los sistemas del Limia, Miño bajo y Miño alto para el miércoles y jueves".

A lo largo del día de ayer, los ríos de la provincia con algún nivel de alerta activo (verde) por su abundante caudal fueron el Sil a su paso por O Barco; el Avia, en Ribadavia, y el Miño en A Peroxa.

En O Barco, los afectados por la crecida aprovecharon el día de ayer para evaluar los daños sufridos en viviendas, naves y fincas. Numerosos vecinos se concentraron en el Malecón para analizar las consecuencias de una riada que se llevó los áridos del sendero peatonal que discurre por esta zona recreativa de la villa y, en su lugar, dejó una gran cantidad de ramas y troncos de árboles, arrastrados en los últimos días.

En Sobradelo, la bajada del nivel del río Sil permitió ver unas piscinas municipales de las que, 24 horas antes, solo estaba visible la cubierta del edificio habilitado para el bar y los vestuarios.

Tras las inundaciones, en Ribadavia se retiraron las señales de prohibido el paso en los paseos fluviales del Miño y del Avia, y el GES procedía a retirar los numerosos troncos y ramas que arrastró la corriente hacia el puente de A Quinza.

Las aguas recuperaban ayer la normalidad en todos los municipios de la comarca de Monterrei por los que discurre el Támega. Desde Protección Civil confirmaban que todos aquellos accesos que habían sido cortados el día 10 por las fuertes lluvias estaban restablecidos al tráfico. También en Vilaza, el Búbal dejó de nuevo la alameda transitable al tráfico rodado y a pie. El alcalde, José Luis Suárez Martínez, encomendó a un equipo de técnicos la redacción de un informe, con valoración de daños incluido, para remitir a la Confederación Hidrográfica del Duero. Según el regidor, "las obras que en su día se realizaron en el río a su paso por la Alameda de Vilaza, que en un principio eran para mitigar las riadas, no sólo no lo han hecho sino que estoy convencido de que las han favorecido. Necesitamos que la Confederación actúe sobre el cauce para que este problema no vuelva a suceder", señaló.

Los efectivos de emergencias se tuvieron que afanar en retirar varios árboles y muros de los caminos y carreteras secundarias en las comarcas de Terra de Celanova y la Baixa Limia. La crecida de los ríos fue especialmente significativa en esta última comarca, donde los vecinos de Lobios vieron como se desbordaba el cauce de los ríos de Lobios y Riocaldo, tapando por completo la zona termal donde se encuentra la piscina pública. En A Illa, concello de Entrimo, el atasco en una red de alcantarillado provocó la inundación del bajo de una vivienda que se encontraba frente a la salida de una alcantarilla.

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