Luz verde a la Variante Norte, tras casi 20 años de espera

El Gobierno autorizará hoy en el Consejo de Ministros la licitación de las obras del tramo Eirasvedras–Quintela, el primero de la Variante Norte de Ourense, por más de 28,78 millones de euros. Esta es, sin lugar a dudas, la obra más veterana de la que estaba pendiente de la provincia, y que, una vez cumplimentado tanto este primer tramo como el segundo, permitirá unir la N-525 desde A Ponte con la N-120 en Eirasvedras, en un recorrido total de seis kilómetros. Esta decisión permite desbloquear esta histórica promesa tras casi dos décadas de vaivenes y retrasos, ya que llevaba desde 2003 en los Presupuestos Generales del Estado, aunque su petición se remonta más allá, a 1994, y el proyecto estuvo prácticamente paralizado hasta 2019.

El Consejo de Ministros tiene en su agenda para hoy autorizar al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), que dirige Raquel Sánchez, la licitación del contrato de obras, desde el kilómetro 573,800 de la N-120, en Eirasvedras, al kilómetro 572, en el enlace de Quintela.

El trazado de este tramo de 1,7 kilómetros, que se integrará en la futura autovía A-56 entre Ourense y Lugo, incluye un viaducto sobre la N-120 y la línea ferroviaria Monforte de Lemos–Vigo (Viaducto de Quintela), un nuevo puente sobre el Río do Porto y dos pasos inferiores, uno bajo el tronco y otro bajo uno de los ramales del enlace de Quintela, que permitirá el cruce de este ramal sobre el ferrocarril Monforte de Lemos–Vigo.

Este tramo tendrá su origen en el entorno del actual enlace de Eirasvedras de la autovía das Rías Baixas (A-52), donde actualmente existen dos calzadas separadas de dos carriles por sentido en la N-120, enmarcándose en un entorno periurbano.

Las dos calzadas de la Variante Norte se proyectan conectando con las existentes, dando continuidad a los tráficos de la N-120 en ambos sentidos. El tramo finaliza en el enlace de Quintela, donde conecta de nuevo con la N-120 a la altura del núcleo de Tarascón. En este punto, se ha proyectado una conexión provisional que permitirá completar este primer tramo y ponerlo en servicio, con independencia del segundo tramo de la variante Norte de Ourense entre Quintela y A Casilla, que se licitará más adelante.

Utilidad futura

El proyecto de esta circunvalación seguía en el cajón desde 2019 pese al anuncio expropiatorio ya realizado hace meses. Llevaba en cartera de todos los gobiernos desde finales del siglo pasado, siendo una petición de la provincia ya desde 1994 y apareciendo repetidamente en los Presupuestos Generales del Estado desde 2003.

El proyecto estaba aprobado desde la primavera de 2019 y con partidas presupuestarias y anuncio de expropiaciones, pero solo quedaba este trámite para dar el empujón definitivo a una reclamación histórica. Además, este primer tramo permitirá, una vez construido, liberar una parte del desdoblamiento de la N-120 para convertir la carretera en Bulevar Termal, así como conectar en un futuro todas las autovías previstas (A-76 y A-56) y las ya construidas (A-52 y AG-53) sin necesidad de tocar el casco urbano.

Raquel Sánchez, ministra de Transportes y Movilidad.

Las obras podrían estar ya en marcha en 2022

El proyecto de construcción de este tramo de la Variante Norte se aprobó el 22 de abril de 2019. Más tarde, en noviembre, el Ministerio de Transportes, entonces dirigido por José Luis Ábalos, publicaba el anuncio de información pública de las expropiaciones de los terrenos. Se sucedieron anuncios de que se licitarían en 2019 y, posteriormente, en 2020. La sorpresa saltó cuando en 2021 solo se contemplaban 250.000 euros en los Presupuestos, si bien el Gobierno ya había anticipado en varias respuestas parlamentarias que la cantidad presupuestada era “suficiente” para proceder a la licitación de las obras, y ahora ya con la ministra Raquel Sánchez en el cargo se hace realidad. ¿Próximos pasos? Sacar la obra a concurso, ya autorizada, y cumplir el resto de trámites, por lo que el inicio material de la obra apunta a 2022.