Lucha contra el coronavirus

¡No sin mi mascarilla!

photo_camera Ambiente en Ourense. (FOTOS: ÓSCAR PINAL)
El primer día sin uso obligatorio de tapabocas al aire libre -manteniendo la distancia de seguridad- pasó totalmente desapercibido. El 90% de los ourensanos no se la quitaron, algunos ni en espacios abiertos ni en la aséptica soledad

Llevar mascarilla en espacios abiertos -siempre que haya distancia de seguridad- dejó de ser obligatorio. Sin embargo, ayer los ourensanos salieron a la calle ajenos a esta nueva medida. Raro era ver en horario diurno a personas que excusasen de llevar el tapabocas. Hubo quien apeló a la razón, otros a la falta de espacio para mantener un metro y medio de distancia y hay quien incluso no se había enterado. Aquellos que no la llevaban decían confiar firmemente en las autoridades sanitarias y, unos pocos, jugaron al quita y pon. 

El gerente del área sanitaria, Félix Rubial, hace balance de una primera jornada y apunta que “a xente, de día,  está sendo moi prudente. Iso vai ser unha garantía de que os incrementos que se poidan producir van ser menores”. Aun así, llama a la responsabilidad, especialmente en la gente joven que todavía no está vacunada, “o 64% dos casos son menores de 40 anos”, señala.

 ¿QUÉ OPINAN LOS VIANDANTES?

Raquel Pérez de camino a un paseo matinal se sorprendía al ver a todo el mundo tapado: “No sé cual es el motivo, será que hay gente con miedo o sin vacunar. Nosotros no nos lo  vamos a poner, hay que respirar ya de una vez, si nos dejan quitarla será porque se puede”, señala convencida. “Si mi hijo va a jugar en grupo se la voy a mandar poner, pero siempre que haya distancia, no debería ser necesario”, opina.

Olatz Querejeta lleva la mascarilla puesta, afirma que lo hace porque está de compras, “pero si voy a pasear al río me la quito. Entrando y saliendo de tiendas casi compensa no quitarla”, indica. Ella es una de las que pensaban que cuando se estableciese esta medida iba a haber más gente vacunada, “podría haberse esperado un poco más, por si la gente se descontrolase”, dice.

Esther García es otra de las partidarias de no: “Si las autoridades sanitarias nos han dado permiso será porque es seguro. Además estoy vacunada y me siento segura sin ella”, relata. 

Félix Menor no sabía que ya se podía ir a la calle sin el cubrebocas, pero aún así prefiere dejársela puesta: “No lo sabía pero probablemente la seguiré llevando hasta que me vacunen. Creo que se debería seguir llegando porque no hay tanta gente vacunada”, opina

Te puede interesar