El Ministerio de Medio Ambiente cuenta con solicitudes para 14 proyectos hidráulicos en los ríos Sil y Miño, que suman 1.434 megavatios. Entre los más grandes se encuentran dos proyectos que promueve Iberdrola y cuatro de Unión Fenosa, todos para ampliar centrales existentes. Con estas iniciativas, la potencia hidráulica instalada en Galicia se elevaría un 50%.
El Ministerio de Medio Ambiente está tramitando solicitudes para 14 nuevos aprovechamientos hidroeléctricos en los ríos Miño y Sil, según un informe remitido a petición del senador del BNG Xosé Manuel Pérez Bouza. Los 14 proyectos suman una potencia de 1.434 megavatios, lo que supondría elevar un 50% la que ya existe en Galicia en grandes hidráulicas (3.026 megavatios, de los que 2.101 están en Ourense).
Entre los grandes proyectos se encuentran dos de Iberdrola. Así, la central de San Estevo II, con una potencia de 190 megavatios, ya cuenta con declaración ambiental favorable. Mientras, la central de bombeo puro de Santa Cristina, con una potencia de 755 megavatios, está pendiente de que Iberdrola presente el estudio de impacto ambiental, si bien Medio Ambiente reconoce que se trata de un proyecto con afección muy importante. No obstante, este proyecto contempla la construcción de una balsa anexa (a la que se bombearía el agua por la noche para turbinarla por el día), que ya fue rechazado por Medio Ambiente, si bien la empresa está buscando otro emplazamiento para la balsa, que no afecte a zonas protegidas. Asimismo, hay un tercer proyecto anunciado por Iberdrola que no recoge este estudio (San Pedro II, con una ampliación de 15 megavatios).
Mientras, Unión Fenosa promueve cuatro proyectos en las centrales de Belesar y Os Peares, ambas en el río Miño a su paso por Lugo. El informe cita dos solicitudes de modificación de características de los saltos existentes, los denominados Belesar II (16,5 megavatios) y Os Peares II (19,5 megavatios), en espera de informes de la Xunta. Medio Ambiente añade que se ha dedicido no someter dichos proyectos a evaluación ambiental). Además, Fenosa prevé otras dos centrales reversibles (es decir, que cuentan con un sistema de bombeo de agua para almacenarla en la noche y turbinarla por el día), bajo las denominaciones Belesar III y Peares III. La primera tendrá una potencia de 208,8 megavatios y la segunda, de 149,6 megavatios.
Otros proyectos
En el Sil, a su paso por O Barco, se proyectan tres saltos, uno por parte de la empresa Salto Fondo do Lugar (de 7,5 megavatios) y otros dos por parte de Iberdrola (de 10,5 y 9,5 megavatios), todos pendientes de la declaración ambiental.
También en el Sil, pero ya en Nogueira de Ramuín, Ciener tramita permiso para una instalación de 25 megavatios, el salto de Moura, pendiente de un informe por parte de la Xunta.
Otro de los proyectos previstos es el de Tosende, en el Miño, entre los municipios lucenses de Corgo y Guntín. Su potencia sería de 2,7 megavatios y se encuentra pendiente de declaración ambiental. Finalmente, Medio Ambiente informa también de otra petición para modificar las características del salto de Sela, en el Miño (en Crecente, Pontevedra). Esta instalación estaría compuesta de tres saltos de 13,1 megavatios cada uno (39,3 en total). El informe sostiene que el estudio de impacto ambiental se inició en 2004 y que ya se solicitaron consultas a los organismos afectados.
A Xunta debería asumir as competencias
Un despropósito. Así definió el senador Xosé Manuel Pérez Bouza que el Ministerio de Medio Ambiente no paralice los proyectos de más impacto ambiental y paisajístico, como el de Santa Cristina. Según indica, la capacidad de la Xunta para parar este proyecto se reduce porque la Consellería de Medio Ambiente no presentó un plan de gestión del Lugar de Interés Comunitario (LIC) Cañón do Sil. Añade que la Xunta debería asumir plenas competencias nas concesións hidroeléctricas.
Entre los grandes proyectos se encuentran dos de Iberdrola. Así, la central de San Estevo II, con una potencia de 190 megavatios, ya cuenta con declaración ambiental favorable. Mientras, la central de bombeo puro de Santa Cristina, con una potencia de 755 megavatios, está pendiente de que Iberdrola presente el estudio de impacto ambiental, si bien Medio Ambiente reconoce que se trata de un proyecto con afección muy importante. No obstante, este proyecto contempla la construcción de una balsa anexa (a la que se bombearía el agua por la noche para turbinarla por el día), que ya fue rechazado por Medio Ambiente, si bien la empresa está buscando otro emplazamiento para la balsa, que no afecte a zonas protegidas. Asimismo, hay un tercer proyecto anunciado por Iberdrola que no recoge este estudio (San Pedro II, con una ampliación de 15 megavatios).
Mientras, Unión Fenosa promueve cuatro proyectos en las centrales de Belesar y Os Peares, ambas en el río Miño a su paso por Lugo. El informe cita dos solicitudes de modificación de características de los saltos existentes, los denominados Belesar II (16,5 megavatios) y Os Peares II (19,5 megavatios), en espera de informes de la Xunta. Medio Ambiente añade que se ha dedicido no someter dichos proyectos a evaluación ambiental). Además, Fenosa prevé otras dos centrales reversibles (es decir, que cuentan con un sistema de bombeo de agua para almacenarla en la noche y turbinarla por el día), bajo las denominaciones Belesar III y Peares III. La primera tendrá una potencia de 208,8 megavatios y la segunda, de 149,6 megavatios.
Otros proyectos
En el Sil, a su paso por O Barco, se proyectan tres saltos, uno por parte de la empresa Salto Fondo do Lugar (de 7,5 megavatios) y otros dos por parte de Iberdrola (de 10,5 y 9,5 megavatios), todos pendientes de la declaración ambiental.
También en el Sil, pero ya en Nogueira de Ramuín, Ciener tramita permiso para una instalación de 25 megavatios, el salto de Moura, pendiente de un informe por parte de la Xunta.
Otro de los proyectos previstos es el de Tosende, en el Miño, entre los municipios lucenses de Corgo y Guntín. Su potencia sería de 2,7 megavatios y se encuentra pendiente de declaración ambiental. Finalmente, Medio Ambiente informa también de otra petición para modificar las características del salto de Sela, en el Miño (en Crecente, Pontevedra). Esta instalación estaría compuesta de tres saltos de 13,1 megavatios cada uno (39,3 en total). El informe sostiene que el estudio de impacto ambiental se inició en 2004 y que ya se solicitaron consultas a los organismos afectados.
A Xunta debería asumir as competencias
Un despropósito. Así definió el senador Xosé Manuel Pérez Bouza que el Ministerio de Medio Ambiente no paralice los proyectos de más impacto ambiental y paisajístico, como el de Santa Cristina. Según indica, la capacidad de la Xunta para parar este proyecto se reduce porque la Consellería de Medio Ambiente no presentó un plan de gestión del Lugar de Interés Comunitario (LIC) Cañón do Sil. Añade que la Xunta debería asumir plenas competencias nas concesións hidroeléctricas.
