Menos pena para un hombre que violó a una menor que raptó en Ourense

Joaquín Manuel Oliveira Cunha MIGUEL ÁNGEL
photo_camera Joaquín Manuel Oliveira Cunha. MIGUEL ÁNGEL
Joaquín Manuel Oliveira saldará sus cuentas con la Justicia en 2025 por “la ley del solo sí es sí”

Joaquín Manuel Oliveira Cunha (35 años), el camionero condenado en 2014 a un total de 14 años de cárcel  por la detención ilegal y violación de una adolescente de 16 años a la que abordó e intimidó cuando regresaba caminando a su casa de A Valenzá (Barbadás) pasadas las cuatro de la mañana del 15 de julio de 2012, será otro de los beneficiados por La Ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, más conocida como la “ley de solo sí es sí”. 

Por la agresión sexual fue condenado a nueve años, a los que añadió otros cinco por el  rapto de la joven. La aplicación de la nueva normativa deja esos nueve años en ocho, por lo que serán 13 años de prisión en vez de 14.  Adelanta de esta forma su salida del centro penitenciario de Pereiro un año, lo que le  permite recuperar la libertad en julio de 2025.  En este supuesto, la Fiscalía informó a favor de la revisión de la sentencia.

En su momento, los hechos fueron castigados con arreglo a un delito de agresión sexual con acceso carnal, que preveía una pena de 6 a 12 años. Los jueces le impusieron el límite máximo de la mitad inferior (9 años) al tener en cuenta la perversidad del penado. Esos mismos hechos, con la nueva ley, tendrían encaje en los artículos que sancionan ese delito con penas de 4 a 12 años de cárcel, por lo que “ahora el límite inferior alcanza tan solo hasta los ocho años de cárcel”, aseguran la Audiencia. Y recuerda que “si hoy mediara un nuevo enjuiciamiento sería la de ocho años” en aplicación de los mismos criterios.

El inculpado abordó a la menor en la calle Marcelo Macías, en las inmediaciones de la rotonda que da acceso a la N-525, cuando regresaba sola a su casa y se la llevó contra su voluntad a una vivienda a la que tenía acceso en Baiao, en el distrito luso de Porto, a 200 kilómetros de Ourense. Hubo intimidación porque durante el trayecto la amenazó con una navaja.

En la vivienda, todo empeoró.  La joven aseguró que le ordenó que se duchara antes de penetrarla reiteradamente por vía vaginal y anal hasta percatarse de que sangraba, por lo que el inculpado le ordenó que volviera a ducharse y le exigió que le hiciera una felación. Ella obedeció por el temor  que le inspiraba el inculpado.
Posteriormente, la menor fue atada de pies y manos con una cinta adhesiva, dejándola encerrada en el baño por un tiempo hasta que regresó con un saco y la introdujo maniatada en el maletero con una piedra de hormigón y una cadena. El procesado paró el coche cerca de un río y ante las súplicas de la joven, quien había logrado zafarse de la cinta de manos y boca, la dejó salir del saco y la condujo hasta Valença do Minho, cerca de la estación de tren, dándole 200 euros, bajo amenazas de que no contara nada de lo sucedido.

La víctima utilizó el dinero para ir hasta la ciudad de Vigo en taxi, apeándose en la calle Ronda don Bosco, en donde pidió ayuda a la Policía.  n

Te puede interesar