El centro Os Milagros de atención a la discapacidad de la Fundación San Rosendo abre sus puertas. Después de ser activado durante la primera oleada del covid para funcionar como residencia integrada, ayer y hoy vive jornadas de puertas abiertas antes de su apertura en agosto. Detrás, una inversión de 3,6 millones de la Fundación. Ayer lo visitaron trabajadores del sector, familiares de posibles usuarios e incluso antigos alumnos.
Las instalaciones se adaptan a los tiempos modernos, buscando una huella ecológica cero al generar energía a partir de biomasa y placas solares. El centro cuenta con farmacia, enfermería, zonas de rehabilitación y fisioterapia, varios salones para la vida social, cocina propia, gimnasio e incluso salas de relajación, "una equipada con saco de boxeo y otra con cama de agua y efectos de luz y sonido para evocar la tranquilidad del mar", señala José Luis Gavela, presidente de la Fundación. Todas las habitaciones se han habilitado para una o dos personas, "cuando en los 80 en el antiguo colegio dormían hasta ocho alumnos en cada una de ellas", recuerda Gavela. Además, cuentan con escritorio, servicios sin barreras físicas y vistas al entorno natural que rodea al santuario. Desde la Fundación San Rosendo esperan continuar el proceso de rehabilitación con las zonas al aire libre, ya que el colegio contaba con campo de fútbol y unas pistas de atletismo.
La historia del centro
El Santuario de Os Milagros cuenta con tradición docente desde 1780. Se convirtió en uno de los colegios más emblemáticos de la provincia, al acoger a varias generaciones de hijos de emigrantes que abandonaron Galicia para labrar su porvenir, y llegó a tener más de 800 alumnos. Al llegar los 90, la marcada despoblación del rural significó el cierre del internado.
Dos décadas después, la Fundación San Rosendo acometió la reforma del colegio para convertirlo en un centro de atención a la discapacidad. En marzo, cuando se preparaban para inaugurar, la pandemia se coló para alterar los planes: La Fundación ofreció el espacio a la Xunta para tratar a positivos de otras residencias.n