Si te molesta el ruido nocturno, ¿por qué no te marchas de tu casa?”, le preguntó una niña del colegio Concepción Arenal a dos vecinos del Casco Vello. Lo hizo desde el Cineclub Padre Feijóo, donde asistió a una charla sobre vandalismo que organizó la Asociación para a Prevención e a Educación Social (APES) -junto a la Fundación Barrié- y en colaboración con los vecinos de O Cimborrio.
Durante el simposio, alumnos de quinto y sexto de primaria pudieron visualizar lo que ocurre de noche en las calles ourensanas y reflexionaron sobre la diferencia entre el grafiti artístico y la pintada “vandálica”. La mayoría de los 20 pequeños asistentes tenía algo que decir: “En realidad si se mudan porque les molestan estas cosas ayudan a que se queden los vándalos”, contestaba otra alumna a su compañera.
Todos querían hablar. “¿Pero alguna vez se llama a la policía?”, “¡Pero por qué grafitean si no dan premios por hacerlo!” o “¿En el Casco Vello fuisteis más felices que nunca durante la pandemia al no haber ruido ni vandalismo?”, se cuestionaban los jóvenes. Los residentes les relataron que vieron cómo se incrementó el deterioro en su barrio con las pintadas, la cantidad de basura que se acumulaba en las noches de fiesta y los problemas de ruido. La iniciativa pretende aproximar a los niños al civismo desde una temprana edad, una medida que no se complementa con planes municipales para evitar que los garabatos sigan apareciendo.
APES fue quien inició el proyecto. La portavoz, Alba Moretón, explicó que el fin es “prevenir la reincidencia delictiva en la cárcel de Pereiro de Aguiar, para lo que nos dimos cuenta de que puede ser más efectiva la prevención primaria que las actuaciones terciarias”. Así, decidieron desdoblarse y, además de continuar trabajando en prisión, se adelantarán a las conductas vandálicas desde la preadolescencia. Por el momento, impartieron dos charlas, una en el CEIP O Couto el miércoles y otra ayer para los alumnos del Concepción Arenal. Tras ellas, elaborarán un cómic especializado en la materia.
El vandalismo engloba todo lo que tenga una consecuencia negativa hacia lo ajeno: “Estas conductas empiezan comúnmente a los 14 años, cuando los chavales quieren retar a la sociedad, un buen momento para que aprendan a distinguir lo que es arte y lo que no”, señala Moretón.
Además del primer nivel, con las pintadas, los actos vandálicos se pueden sumar hasta conseguir una condena de prisión. Los alumnos que participaron en este proyecto tuvieron la oportunidad de entrevistar a una presidiaria para conocer su caso personal.
