La última nieta del poeta Manuel Curros Enríquez, Manuela Curros, murió el pasado domingo en Madrid a los 92 años. Aunque carecía de propiedades en Celanova, mantenía una relación estrecha con distintos miembros de la Fundación que lleva el nombre del escritor.
La única nieta del poeta celanovés Manuel Curros Enríquez que todavía vivía, Manuela Curros Ortega, falleció el pasado domingo como consecuencia de una dolencia coronaria crónica, en una residencia de la tercera edad madrileña, donde residía desde que enviudó a principios de 200.
3 Manuela Curros, que no deja descendencia, cumpliría el próximo sábado 92 años. Hija del más joven de los dos hijos del poeta, que también se llamaba Manuel, se casó con Germán España y ambos estuvieron ligados profesionalmente al Ministerio de Haciencia, donde trabajaron hasta la jubilación.
El presidente de la Fundación Curros Enríquez y alcalde de Celanova, Antonio Mouriño, ha manifestado su pesar por la desa parición de una mujer que pone fin a una generación de familiares directos del poeta celanovés.
Aunque carecía de propiedades en Celanova, puesto que la casa familiar fue vendida por unas hermanas del poeta en 1916, Manuela mantenía una relación muy cercana con distintos componentes de la Fundación. Además, ella y su hermana Angela (fallecida hace cinco años) fueron nombradas presidentas de honor de la institución, cuando el antiguo Patronato fue adaptado jurídicamente a la nueva legislación con motivo de la apertura de la Casa dos Poetas al público.
