El feminismo está en el tablero político y social, y una gran parte teme por la pérdidad de sus derechos
Llega el día más esperado por las mujeres, el 8-M, en el que miles de ellas saldrán a las calles para reivindicar sus derechos, "ahora más que nunca", ante lo que un gran parte considera un "recuestionamiento" de los derecho adquiridos y consolidados a lo largo de los años. Aunque segundas partes nunca fueron mejores que las primeras –tras el éxito del año pasado–, en el ambiente se respira un espíritu creciente de reivindicación, pese a que se mantiene la división política.
La delegada de la Xunta, la popular Marisol Díaz, señala que el Día de la mujer "é unha data que ter en conta os 365 días do ano", mediante la defensa y reivindicación de derecho "e igualdade entre homes e mulleres". Díaz cree que debe ser "real e efectiva" en un futuro "non lonxano" para que este día sirva "para celebrar os logros xa acadados e non reivindique os que aínda quedan". Propone más educación y seña que no es "unha loita de homes e mulleres" sino un "percorrido conxunto". Sobre hoy, es "coherente", dice, y no hará huelga, como el año pasado: "A miña forma de defender os dereitos é traballando". Asimismo, no irá a la manifestación , por su uso "partidista e politizado", aunque las respeta.
Inma Freijeiro, directora del Centro de Información á Muller de Santa Águeda, considera que "la lucha sigue siendo necesaria", ya que "no estamos ni mucho menos equiparadas a los hombres". Irán a la manifestación y durante la mañana romperán estereotipos con un curso de mecánica para mujeres, recordando que "en el algunos países, ni podemos tener coche". Freijeiro reconoce que en el rural la igualdad "es difícil", ya que tienen menos medios, y resalta la "brecha tecnológica", que también están trabajando.
Victoria Diéguez, integrante del foro feminista Falando Nós, cree que hay un momento de "extrema necesidad" de salir a la calle, ya que hay una "guerra contra las mujeres" , por lo que "hay que reivindicar el puesto conseguido en la sociedad y que nos quieren quitar de un plumazo". Sostiene que el momento es "ahora y en las elecciones", ya que no valdrá de nada "llorar el 29 de abril".
La ex secretaria de Estado de Igualdad Laura Seara, que asesora en políticas de igualdad, cree que hay un "escenario distinto" respecto al año pasado, más político, porque antes "las alertas no habían saltado". Cree que este 8-M será "más colectivo" que en 2018, cuando fue más "gremializado". Sera es clara: "Como mujeres nos están agrediendo, no es solo discriminación, sino que todas vivimos una desigualdad estructural, todas". Por ello, cree que hay "miles de razones" para hacer huelga, como ella hará.
Asunción Maus, del Sindicato de Enfermería Satse, señala que es una profesión de muchas mujeres y resalta que tienen "moitas dificultades para estar en postos directivos". Asimismo, sufren el problema de la conciliación "con dispoñibilidades nun prazo de tres horas, o que complica o desarrollo como muller". Asimismo, Maus recuerda que "hai máis agresión verbais ás compañeiras mulleres ca os homes".
Una lucha por la igualdad que también ha de llegar a la vida política
La parlamentaria del PSOE Noela Blanco ve "imprescindible" protestar por la "posta en cuestión de dereitos que as mulleres temos consolidados". Cree que hay que salir por las "invisibles"que "coidan a familiares e que non poderán estar". Asimismo, recuerda que hay que ser "críticas", porque en política "segue habendo estereotipos, queda moito por facer".
Noa Presas, del BNG, dice que se está poniendo en cuestión el aborto y que "algúns quérennos como ventres de aluguer". El futuro ha de ser "feminista", dice, tras invitar a los hombres a "facilitar" la huelga: "Se paran as mulleres, para o mundo".
Desde En Marea, Ánxeles Cuña reclama una "igualdade real, que agora non hai" y llama a manifestarse ante las "ideas retrógadas" . En OUeC, Montserrat Valencia llama a "empoderarse, mobilizarse e construír en sororidade outro 8M masivo".
Desde UGT, Carmen González cree que este 8-M es "más necesario que nunca" y recuerda que las mujeres trabajan más a tiempo parcial porque "no queda más remedio". Asimismo, recalca que en las entrevistas de trabajo "se sigue preguntando si vas a tener un hijo" y añade: "No es solo defender a la mujer solo, sino también al hombre. Aún se ve raro que un hombre pida una excedencia para cuidar un menor".
Por último, María Álvarez y Mónica de Caso, de Adelante Ourense –abogada penalista y profesora de la ESO–, apoyan el movimiento y rechazan la ·"capitalización partidista" y el "negacionismo de la violencia machista". Creen que el feminismo es un "clamor popular" y que hay que "escuchar" pero no "patrimonializar".
