Periodista y escritora

Nieves Concostrina: ‘Tenemos derecho a morir como queramos’

Nieves Concostrina. (Foto: Archivo)
La periodista y escritora Nieves Concostrina repasa hoy el cambio en los servicios y costumbres funenarias que sufrió España desde el siglo XIX hasta la actualidad.
La periodista y escritora Nieves Concostrina participa hoy en el Foro La Región con una conferencia que lleva por título ‘De la España de los cementerios civiles a la de las urnas ecológicas’. A través de esta ponencia, que se desarrolla en el Centro de Desenvolvemento de Caixanova a partir de las 20.30 horas, la conferenciante hará un recorrido por la evolución por la que pasaron en España los servicios y costrumbres funerarias.

¿Los cambios en los ritos funerarios son un reflejo de los cambios sociales?


La sociedad cambia y esto también. El mayor cambio se registra en el último cuarto del siglo XX coincidiendo con el momento en el que la iglesia dejó de ejercer un control exagerado sobre la muerte. A partir de entonces, los españoles empiezan a poder elegir cómo quieren ser enterrados y esta libertad desemboca en lo que hoy tenemos: incineraciones, urnas biodegradables, urnas ecológicas, tanatorios y hasta columbarios en campos de fútbol.

Nada que ver con la España del siglo XIX.


En el siglo XIX es cuando nacen los cementerios civiles porque los difuntos que eran considerados malos católicos o, simplemente, no eran católicos eran rechazados por la iglesia y estaban condenados a ser enterrados en una fosa común o en el medio del monte y ser comidos por las alimañas. Afortunadamente eso pasó a la historia. Cada uno tiene derecho a morir como quiera y ahora los ciudadanos son escuchados y su última voluntad puede plasmar se sin necesidad de tener que profesar la religión católica. La iglesia ha tenido que ir adaptándose a ello porque no le ha quedado más remedio. Hace 40 años consideraba la incineración como un pecado mortal y ahora tiene en sus propias criptas columbarios para incineraciones.

La muerte está muy presente en sus intervenciones radiofónicas y en sus libros, con mucho éxito. ¿Por qué interesa tanto?

Porque la muerte forma parte de la vida pero sobre ella hay todavía muchos tabués. Durante mucho tiempo no se podía hablar de ella y aún hay que ir con cierto tino para que no te tachen de morbosa o necrófila, es un sentimiento muy español, pero la gente quiere saber.

¿Galicia está especialmente anquilosada en este terreno?


Yo no diría anquilosada porque cada uno puede hacer lo que quiera, forma parte de su libertad y obedece a un sentimiento y a una fe. Lo que sí es cierto es que es de las comunidades con un sentimientos más arraigado y tradicional.

¿Cómo valora la Ley de Memoria Histórica?


Es fundamental porque todas las personas tienen derecho a tener a sus difuntos localizados. Frente a lo que dice alguna gente, yo no creo que sea abrir heridas, sino todo lo contrario, sólo así las familias de estos muertos pueden cerrar su herida. Es sólo un poco de humanidad, porque es muy duro que llegue el Día de Fieles Difuntos y no tengas una lápida en la que dejar flores o en la que rezar.

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