Una niña de Carballeda de Valdeorras es captada por Instagram para abandonar a sus padres

photo_camera Edificio de los juzgados barquenses, donde se instruyó la causa.
La huida de una niña de 12 años de su casa familiar en Ourense, tras ser captada a través de las redes sociales para irse a vivir a Huelva, sentará en el banquillo a la mujer que se lo propuso

Quería hacer sus sueños realidad, tal como llegó a escribir en una escueta nota manuscrita de despedida. Y con solo 12 años de edad y una mochila del colegio como equipaje planeó, tras conocer a una amiga bastante mayor que ella por Instagram, fugarse de la casa en la que vivía con su progenitor y su hermana pequeña. Con mil euros en el bolsillo, solo llegó a la mitad del camino entre Carballeda de Valdeorras y Huelva porque la Guardia Civil, tras la denuncia del padre, intervino rápidamente y logró contactar con el taxista, quien nunca pensó que en el asiento de atrás viajase una menor. Según confesó, le echó unos 19 años.

La supuesta inductora, Esther M.R., de 29 años, está ahora imputada en un delito de inducción de una menor -la tenía referenciada como “Mi BB”- al abandono de domicilio, un delito contra los derechos y deberes familiares que podría acarrearle un año y medio de cárcel cuando el asunto llegue a juicio.

La niña conoció a Esther por Instagram y entablaron una buena relación, en la que la diferencia de edad no suponía un problema para la adulta. Según la Fiscalía, “la convenció para que se fuera a vivir con ella a Huelva” y así abandonar el nido. Vivía con su padre y su hermana sin conflictos aparentes.  La menor salió de su domicilio de madrugada el 2  de mayo de 2021 en un taxi que pagó ella -consiguió 1.000 euros- por un supuesto trayecto hasta la localidad de Antilla. La salida de la casa fue poco antes de las seis de la mañana cuando todos aun dormían. En la nota, se despedía de su padre y le sugería que no buscase porque se iba lejos a cumplir sus sueños, aunque pronto se despertó.

Cuando la Guardia Civil contactó con el conductor, estaban ya en Cáceres. La niña solo comunicó sus planes a otra hermana pequeña, a la que le dijo que iba a vivir con su novia.

El padre de la chica optó por denunciar a Esther para, según dijo, no lograse engañar a más. Incluso días después, en el centro de Primaria donde estaba escolarizada se recibió un correo electrónico firmado por Esther en el que se interesaba cómo iba en los estudios tanto ella como su otra hermana. Estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil por parte de la dirección del centro escolar.

La investigación de la Guardia Civil permitió determinar que no era la primera vez que la investigada se veía implicada en asuntos con menores de edad. Antes del asunto instruido en O Barco, había sido denunciado por otro caso en el que entabló conversación con una menor de 12 años por redes sociales y con la que, según fuentes de la investigación, llegó a intercambiar  imágenes y vídeos de contenido sexual con el propósito de mantener una relación.

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