Los 17 niños saharauis que pasaron el verano en Ourense se despidieron ayer de la ciudad de As Burgas. A primera hora de la tarde se reunían en la Praza Maior con sus compañeros de viaje para emprender la vuelta al campamento de refugiados de Tindouf (Argelia), de donde salieron hace dos meses.
Los niños, de entre ocho y doce años, participan en el programa 'Vacacións en paz', de la Concejalía de Benestar Social en colaboración con la Asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui. Durante su estancia, compartieron las 24 horas del día con sus nuevos padres y hermanos de acogida, aprendiendo un nuevo idioma y costumbres, visitando espacios totalmente diferentes al desierto de donde proceden y recibiendo cuidados médicos imprescindibles para su salud y con los que no cuentan en sus hogares por las dificultades inherentes a los campamentos de refugiados. Las familias organizaron actividades conjuntas para que los niños saharauis mantuviesen el contacto, como la visita lúdica a las termas de Outariz.
Ahora cambian Ourense por el de su Sahara natal. Entre lágrimas y caras melancólicas, los 'padres' ourensanos se despiden de los que, por dos meses, fueron un miembro más de la familia, con la ilusión puesta en el próximo verano. El programa permite repetir experiencia hasta los 12 años, con lo que los mayores dijeron un adiós definitivo. Al acto, acudió la concejala de Medio Ambiente, Marta Arribas, que también acogió a una niña durante estos meses.
Ahora cambian Ourense por el de su Sahara natal. Entre lágrimas y caras melancólicas, los 'padres' ourensanos se despiden de los que, por dos meses, fueron un miembro más de la familia, con la ilusión puesta en el próximo verano. El programa permite repetir experiencia hasta los 12 años, con lo que los mayores dijeron un adiós definitivo. Al acto, acudió la concejala de Medio Ambiente, Marta Arribas, que también acogió a una niña durante estos meses.
