La noche más vigilada en Ourense

Una de las noches más movida del año movilizó a un dispositivo policial poco habitual para prevenir reyertas. La Concejalía de Seguridad Ciudadana  y la Policía Nacional decidieron poner toda la carne en el asador este Entroido. ¿Será un antes y un después?

La noche de Entroido del sábado fue la más multitudinaria que se recuerda desde que el covid cambió el modo de celebrar las fiestas tradicionales y los actos sociales. Las charangas animaron casi hasta las tres de la madrugada y las calles de pubs se llenaron haciendo el tránsito una odisea. Sin embargo, y teniendo en cuenta la muchedumbre, no se produjeron disturbios. 

Y es que la ciudad lleva casi dos meses -desde que se aliviaron las restricciones- viviendo episodios continuos de reyertas. Además, los test de alcoholemia positivos son cada vez más numerosos en horario nocturno. La seguridad de la ciudad preocupaba a las autoridades municipales, que ni en enero ni en parte de febrero organizaron la plantilla de la Policía Local para que fuesen suficientes efectivos en las calles. 

En esta ocasión, la suma de los policías nacionales y locales sí fue efectiva para evitar grandes peleas u otras incidencias. Fueron a trabajar un total de 25 agentes municipales, un cuarto de la plantilla. Fuera del centro, seis agentes se centraron en controlar la periferia y dos se ubicaron en el punto de atención a la mujer. Otros cuatro se colocaron en las cuatro esquinas de entradas y salidas de Vinos. 

A estos también se les unieron doce voluntarios de Protección Civil. Además, efectivos de la Policía Nacional se colocaron en fila en la calle Fornos y no levantó la vista de la calle Pizarro y Luna en ningún momento. Hubo algún episodio puntual -pequeños conflictos- en el que tuvieron que separar a jóvenes que comenzaban a increparse, pero pudieron solventarse sin necesidad de llamar refuerzos. 

 Pese a la ausencia de este tipo peleas, según fuentes de la Policía Nacional, sí se registraron llamadas por ruidos, hubo detenidos por violencia de género y se produjeron algunos robos, episodios habituales en la ciudad.

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