Un nuevo retraso deja en el aire la apertura de las piscinas de pago de Oira durante este verano. Si hace unos meses la empresa que ejecuta las obras se ponía como fecha límite el 15 de julio para reabrir estas instalaciones -cerradas desde el verano de 2007-, ahora se sabe ya que no será hasta por los menos un mes más tarde cuando se finalicen los trabajos. 'Houbo un problema co subministro de material', explica el concejal de Deportes, Fernando Varela, para justificar el retraso, si bien añade que 'como moito, o 15 de agosto poderán están rematadas', fecha en la que podrían abrirse al público.
Al margen de que se cumpla o no la fecha prevista, la intención municipal es abrir las instalaciones en cuanto estén ultimadas, independientemente de que la finalización de las obras pueda llegar a coincidir con los días en los que muchos ourensanos puedan acabar también las vacaciones. 'Ademais das piscinas, vai haber outras instalacións que se poden disfrutar todo o ano. Por outra parte, nun bo setembro será posible utilizalas porque levarán un dispositivo para facer máis agradable a temperatura da auga', dice el concejal.
LOS TRABAJOS
Las obras que se están realizando no sólo incluyen a dos nuevos vasos de recreo, con diferente profundidad, uno con olas, rodeados de césped, sino también ocho pistas de pádel en una parcela superior a las piscinas, cuatro de ellas cubiertas, posiblemente una de squash y un pequeño centro social.
Las piscinas de pago de Oira llevan cerradas exactamente cinco años, desde que en 2007, con la llegada del bipartito, se descubrieron una serie de deficiencias que no garantizaban la seguridad de los bañistas. Aunque en aquel entonces se pensó que se trataría de una cuestión puntual, las instalaciones comienzan la temporada sin poder abrir al público, sumando así su quinto verano consecutivo.
Los retrasos en la ejecución de las obras de mejora comenzaron después de que el Concello decidiese no acometer una simple reforma de las instalaciones sino realizar una actuación más ambiciosa, vinculada también a la construcción y explotación de un complejo deportivo en Eiroás.
Esto significó, en primer lugar, realizar todo el proceso para adjudicar la obra y la gestión de ambas instalaciones, algo que no quedó concluido hasta que en marzo del año pasado se aprobaba la adjudicación definitiva a la empresa Serviocio, Cultura, Deporte y Recreación S.L. -aunque las obras las realiza FCC-. Sin embargo, los trabajos no pudieron comenzar hasta un año después, en marzo pasado, debido a un problema con los terrenos, que no estaban debidamente registrados, aunque sí inventariados.
Tras este nuevo retraso sobre la fecha de ejecución por los problemas de suministro que alega el concejal, falta ver si las piscinas de pago serán realidad este verano.
LOS TRABAJOS
Las obras que se están realizando no sólo incluyen a dos nuevos vasos de recreo, con diferente profundidad, uno con olas, rodeados de césped, sino también ocho pistas de pádel en una parcela superior a las piscinas, cuatro de ellas cubiertas, posiblemente una de squash y un pequeño centro social.
Las piscinas de pago de Oira llevan cerradas exactamente cinco años, desde que en 2007, con la llegada del bipartito, se descubrieron una serie de deficiencias que no garantizaban la seguridad de los bañistas. Aunque en aquel entonces se pensó que se trataría de una cuestión puntual, las instalaciones comienzan la temporada sin poder abrir al público, sumando así su quinto verano consecutivo.
Los retrasos en la ejecución de las obras de mejora comenzaron después de que el Concello decidiese no acometer una simple reforma de las instalaciones sino realizar una actuación más ambiciosa, vinculada también a la construcción y explotación de un complejo deportivo en Eiroás.
Esto significó, en primer lugar, realizar todo el proceso para adjudicar la obra y la gestión de ambas instalaciones, algo que no quedó concluido hasta que en marzo del año pasado se aprobaba la adjudicación definitiva a la empresa Serviocio, Cultura, Deporte y Recreación S.L. -aunque las obras las realiza FCC-. Sin embargo, los trabajos no pudieron comenzar hasta un año después, en marzo pasado, debido a un problema con los terrenos, que no estaban debidamente registrados, aunque sí inventariados.
Tras este nuevo retraso sobre la fecha de ejecución por los problemas de suministro que alega el concejal, falta ver si las piscinas de pago serán realidad este verano.
